Ante los reproches de autonomías y líderes de la oposición por haber presentado un plan de desescalada no consensuado, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló este miércoles que el proyecto es “dinámico y flexible” y, como aún no está acabado de definir, el Gobierno está dispuesto a “estudiar” las peticiones que llevan días formulando presidentes autonómicos, de distinto signo político, para que el desconfinamiento a través de las cuatro fases se realice atendiendo a áreas de salud o territoriales y no a las condiciones que presenten provincias cerradas o islas.

“La unidad de referencia es la provincia o la isla, pero si una comunidad autónoma tiene planteamientos distintos y cumple con los criterios, no habrá inconveniente en tomarlos en consideración”, aseguró el ministro, quien detalló que uno de los requisitos es que se pueda garantizar la “estanquidad” de esa zona en términos de movilidad.

El plan de desescalada ha dejado tras de sí multitud de dudas, que el Gobierno dice que aclarará en sucesivas órdenes ministeriales. Una de ellas, que se aprobará en breve, será una “orden de procedimiento” que indicará aquellos aspectos que presidirán la toma de decisiones sobre qué provincia o territorio escala (o desescala si hay un rebrote de casos) de una fase a otra.

Informe motivado

Por el momento, el plan establece que las comunidades autónomas, oídas las entidades locales, “podrán proponer al ministro de Sanidad que un territorio concreto de su comunidad” cambie de fase, dado que son los gobiernos regionales los que disponen de todos los datos. De hecho, esta propuesta deberá ir acompañada de un informe motivado que justifique “el nivel de cumplimiento, el estado de los parámetros establecidos y la viabilidad a la hora de aislar” esa zona del resto de la provincia o de la comunidad. Pero la última palabra la tendrá el Ministerio de Sanidad, que evaluará los indicadores “de manera cualitativa y conjunta”.

A este respecto, el plan fija que se tendrá en cuenta la evolución del virus en la provincia y la capacidad sanitaria para atender a los enfermos y detectar y aislar a los infectados; pero también indicadores de movilidad, vinculados a un posible aumento del contagio; sociales, sobre el impacto del confinamiento en colectivos vulnerables, y económicos, sobre el efecto en los diferentes recursos productivos.

Las mejor situadas

Ahora bien, según ha explicado Fernando Simón, no habrá un indicador único por cada uno de los parámetros, que aclare, por ejemplo, partir de cuántos contagiados nuevos se puede cambiar de fase, dado que el Gobierno considera importante realizar una evaluación “conjunta” de toda la situación. Y es que quizá una provincia con pocos casos tenga menos capacidad de detección y aislamiento que otra donde haya más casos pero también más recursos sanitarios.

A este respecto, el director del centro de emergencias sanitarias indicó que ya hay zonas que pueden estar en la fase 1 o 2, pero la mayoría de España parte de la fase 0 y a partir de ahí las autoridades territoriales tendrán que demostrar las capacidades para escalar. Atendiendo exclusivamente a la evolución epidemiológica, las autonomías mejor situadas son Murcia, Canarias, Baleares, Andalucía, Asturias y la Comunidad Valenciana.