A todos los gobiernos les ha pillado a contrapié la magnitud de la pandemia del coronavirus y de la crisis política, social y económica que ha desencadenado en tiempo récord. Las críticas de la oposición al Gabinete de Pedro Sánchez van ganando octanos con el paso de los días y algunas decisiones de este no ayudan a esa "desescalada política" que reclama el propio jefe del Ejecutivo. El barómetro especial sobre el covid-19 que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó el pasado miércoles incluía una pregunta más que controvertida que inquiría a los ciudadanos sobre si consideran que habría que restringir las informaciones sobre el coronavirus y limitar la difusión de datos a las "fuentes oficiales".

"¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?", era la pregunta del CIS, cuyo objetivo, alegan en el Gobierno, no era preguntar por los medios de comunicación, sino por los bulos y las 'fake news' que pueden desorientar al ciudadano.

Frontera peligrosa

La sugerencia a la ciudadanía de que se pudiesen poner límites a la publicación de información sobre la epidemia encendió aún más los ánimos de la oposición, pero tampoco "convenció mucho" a Unidas Podemos, socio del PSOE en el Ejecutivo, ni a asociaciones de jueces y fiscales, pues se mueve en la frontera, peligrosa en la democracia, de la censura.

El presidente del PP, Pablo Casado, enmarcó este viernes la pregunta del CIS en una campaña de "ataques a las libertades" por parte del Gobierno, de la que también formarían parte, en su opinión, el "control de las redes sociales", las "amenazas a los medios", frenar las respuestas en el portal de transparencia del Ejecutivo y el "cuestionamiento de la propiedad privada".

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, mostró también su recelo con el planteamiento de la cuestión por parte del CIS: "Defiendo la libertad de expresión incluso para mentir. Creo que en una sociedad moderna que respete la libertad individual tiene que estar permitido mentir".

Fuentes jurídicas del Tribunal Supremo citadas por Europa Press recordaron que "la libertad de opinión e información son básicas en sociedades democráticas y libres" y calificaron la pregunta del CIS de un globo sonda que alude a la existencia de bulos para tratar de calmar las críticas por la gestión de la crisis sanitaria. Desde la Sala de lo Penal del Supremo, que dictamina sobre delitos de injurias y calumnias que puedan cometer los periodistas, se apunta además que una idea como la que sugiere la pregunta puede contravenir lo que el propio Tribunal Constitucional ha establecido como "patrimonio jurídico de todos los españoles" en lo relativo a la libertad de información y expresión.

Leve autocrítica

"¿Nos hemos equivocado? Posiblemente, pero no será la última encuesta que hagamos sobre este tema", admitió el presidente del CIS, José Félix Tezanos, entre la complacencia y la autocrítica. Y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, reconoció que la pregunta podía dar lugar a malas interpretaciones.

A todo esto, dos de cada tres españoles (66,7%) respondieron 'sí' a restringir y controlar las informaciones, mientras un 30,8% de encuestados contestaron 'no'.