La componen cacasi 50 y 23 de ellos están ya a pleno rendimiento. Son los trabajadores de la Brigada Municipal de Obras de Cáceres, que durante estos días se emplean a fondo en la campaña de bacheo y asfaltado de calles, el aparcamiento en superficie de las antiguas escuelas del Perejil y el mantenimiento de muros y nichos del cementerio.

La nueva normalidad pisa Cáceres y el concejal del área, Andrés Licerán, se muestra satisfecho. Es una felicidad que comparten el director de Infraestructuras, Paco Plaza, y la encargada del servicio, Caridad Blasco. También los trabajadores, de los que el edil destaca «su enorme vocación de servicio público».

Volver al tajo entraña sus riesgos en tiempos de coronavirus. Por eso todas las medidas de prevención son pocas. A diario se realiza la limpieza y desinfección de las herramientas y los vehículos. Además, se entregan epis, guantes, mascarillas, cascos y botas de seguridad. También es fundamental mantener la distancia social de dos metros entre los empleados, que se cumple de manera escrupulosa. «Estamos muy orgullosos de ellos», apunta el concejal.

Entretanto, el Instituto Municipal de Asuntos Sociales no para de contestar al teléfono. Solo en la jornada del martes recibió 102 llamadas, lo que supone una media de 34 en cada uno de los teléfonos habilitados. Muchas de ellas eran ayudas sociales urgentes y renta garantizada. Algunas se derivaron al Sepe, al Sexpe, Banco de Alimentos y personal técnico de vivienda de la Junta de Extremadura para conocer los plazos de subvenciones en el alquiler.

En cuanto a las ayudas económicas, se tramitaron 22 por un importe de 11.119 euros, en concepto de alimentos, alquiler de la vivienda habitual, gastos de la vida diaria, una de leche maternizada y ayudas de farmacia directas por 593 euros.

Es un goteo que no para y desde el 24 de febrero hasta el martes se han concedido 595 ayudas por valor de 283.571 euros. De ellas 4.952 euros han sido para gasto farmacéutico, 520 y 4.296 para leche maternizada.

Los mayores siguen formando parte de una población en riesgo, prueba de ello es que se atendieron 11 llamadas, de ellas seis fueron derivadas a los Servicios Sociales, dos al colectivo de voluntarios RedCor, y tres al Servicio de Ayuda a Domicilio. En cuanto a la teleasistencia, se efectuaron 35 llamadas de seguimiento y se atendieron seis alarmas, ninguna por emergencia sanitaria.

El Instituto de Asuntos Sociales de Cáceres no para y su labor es impagable. Tanto es así que el martes inició el reparto de 3.000 mascarillas entre la población mayor que asiste durante el año a sus actividades, así como a las asociaciones de personas mayores de la ciudad, a través del equipo del Programa de Recursos Socioeducativos para Personas Mayores.

Actualmente, la ciudad cuenta con 14 asociaciones de personas mayores, y todas ellas recibirán mascarillas para poder iniciar el desconfinamiento con garantías y tranquilidad. El reparto comenzó en las asociaciones de la Bondad y de Valdesalor. La entrega se llevó a cabo en las inmediaciones de las sedes sociales, durante el paseo matinal de los asociados, en horario de diez de la mañana a doce del mediodía.

A lo largo de esta semana se irán entregando las mascarillas al resto de asociaciones. Ayer le tocó el turno a Nuevo Cáceres, el Parque del Príncipe, San Marquino, la Casa del Mayor y a la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. También se entregarán a algunas socias de la asociación de Docentes Jubilados. Esta mañana se dan en Aldea Moret.

El organismo municipal que dirige la concejala María José Pulido insiste en que se quiere acompañar a las personas mayores a iniciar las salidas a la calle de forma responsable y segura. Por ello, el uso de la mascarilla y la distancia de seguridad tranquilizan a la población mayor y les impulsa a perder el miedo a pasear, hábito que necesita garantías de seguridad para seguir realizándose.