«Les recordamos que el uso de la mascarilla es obligatorio durante todo el trayecto para las personas mayores de seis años. Si en algún momento desean fumar, comer o beber algo, por favor apártense del grupo. Es importante mantener la distancia de seguridad y no tocar las superficies de los lugares que visitamos». Este es el mensaje que se escucha ahora en las pocas visitas que recorren las calles del casco antiguo de Cáceres. La nueva normalidad ha llegado al sector del turismo extremeño de la mano del hidrogel, mascarillas y métodos de pago para evitar el contacto del guía con el dinero en efectivo.

Después de más de tres meses sin actividad -justo en la temporada alta de la región-, finalmente los guías turísitcos pudieron retomar su trabajo. Eso sí, lo han hecho de manera pausada, aplicando nuevas medidas de seguridad y con una considerable e importante reducción en la cantidad de visitantes.

«Nos hemos quedado sin trabajo. La situación es para echarse a llorar. El goteo de anulaciones es continuo y muy preocupante. No podemos echarle la culpa a nadie por la pandemia, pero veníamos de una situación muy mala que ha empeorado drásticamente por la crisis de la covid», señala María Jesús Pérez Blanco, que pertenece a la Asociación Profesional de Guías Turísticos de Cáceres.

Ante la dificultad para viajar de numerosas familias, Pérez Blanco recomienda aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno local. «La gente tiene que poner un guía oficial en su vida. Todavía podemos visitar nuestras ciudades, así como pueblos de nuestra comunidad autónoma, y descubrir cosas nuevas. Es importante que los visitantes pidan acreditación al guía. Que sea oficial significa que se ha formado y que está constantemente reciclándose para dar un mejor servicio al visitante», destaca.

Rafael Rebollo en la Plaza Mayor de Trujillo con un grupo de turistas. / SILVIA S. F. / EL PERIÓDICO

Pérdidas

Pérdidas«La capital cacereña ha perdido el 85% de los turistas en 2020 con respecto a otros años. No hay visitantes, y lo pocos que vienen no contratan el servicio porque prefieren un turismo en las casas rurales o por su propia cuenta y así no relacionarse con nadie», lamenta.

«Ha sido un golpe bastante duro. Nos quedamos sin ingresos de ningún tipo y sin un plan B en mente. Vamos tirando gracias a la prestación del Gobierno. No queremos planteárnoslo todavía en dejar nuestro empleo, sino que trataremos de aguantar todo lo que se pueda hasta que la situación se normalice», concluye.

«Quienes como yo llevamos casi 20 años en la profesión la situación nos rememora, aunque esta a mucha mayor escala, el periodo crítico que vivimos entre el año 2008 y 2013, tiempo en el que la crisis económica afectó a todo el país y el sector turístico se vio tocado», lo cuenta Mercedes Orantos Sánchez-Rodrigo, que es guía oficial de turismo en Plasencia.

Matiza, sin embargo, que durante ese periodo el Imserso paró su actividad, porque este organismo «nos da de comer a todos, tanto al guía turístico, como al director del hotel, como al que vende un pin en la plaza Mayor», asevera.

¿Y qué ocurre actalmente? «Pues que esto ha sido una bomba para nuestro gremio porque ni Imserso, ni turistas individuales, ni absolutamente nada. El problema más grave es el del turismo de grupo, que es en el que se basa gran parte de nuestra facturación, que ha desaparecido», indica.

Pero además, los guías sufren otra modalidad de turismo que ha aterrizado hace pocos años: los free tours, que enseñan la ciudad de modo gratuito a cambio de una propina. «Por tanto, nosotros que somos autónomos, nos enfrentamos a gente que lo hace gratis. ¿Cómo vamos a competir contra todo esto?», se pregunta Mercedes, que define de «daño irreparable» lo que está ocurriendo.

Hay comunidades como Extremadura que exigen unas pruebas de idioma, de temario y que te garantiza una acreditación de guía oficial, que se exige para trabajar, aunque «en los últimos años lugares como Aragón no tenían los mismos exámenes que el resto y daba carnets con una gran facilidad. ¿Qué ha ocurrido? Que toda la gente que no ha podido obtener la acreditación en sus comunidades autónomas se han ido a Aragón y ahora pueden trabajar con una certificación donde se ha metido a todos en el mismo saco».

Orantos tiene el convencimiento que hay personas que prefieren comprar pata negra a jamón loncheado y que hay que seguir exigiendo la especialización y la calidad. «Tenemos que concienciarnos de que hay libre mercado, pero hay que repensarlo».

«El otoño está perdido y el negocio ha bajado de forma considerable. El panorama, sin duda, desconsuela una barbaridad», sentencia.

Maribel Paredes Dávila es guía oficial en Badajoz y defiende la acreditación del sector, deplora que no haya grupos, especialmente los del Imserso. «Si no podemos desempeñar nuestro trabajo, ¿de qué vivimos?», se pregunta. «Nosotros paramos el día 14 de marzo de trabajar y hay un montón gente que no ha vuelto a incorporarse». Ella atiende visitas individuales. «Pero imaginen una mañana atendiendo a una persona como si fuera un grupo. La gente no viaja, tienen miedo y no puedo decir que con lo que he ganado este mes pueda comer».

Maribel estuvo en contacto con un turista que dio positivo y ha tenido que guardar cuarentena. «¿Y qué ayuda tienes?», explica desde su casa con resignación.

Israel J. Espino cuenta a sus clientes las culturas de Mérida. / SILVIA S. F. / EL PERIÓDICO

La otra cara

La otra caraRafael Rebollo, gerente de la empresa Destino Trujillo, dedicada a las visitas guiadas, tiene una experienia bien diferente. Apunta que empezaron la última semana de junio, «y me llevé una sorpresa porque todas las reservas que tuvimos eran de ciudadanos de la región, y me ha gustado muchísimo ese patriotismo de ejercer turismo en tu tierra. Ya que en el último año la única visita que tuve de Extremadura fue de una asociación de mujeres. Luego el mes de julio estuvo muy flojo, pero tampoco vamos a pedir peras al olmo porque julio en realidad siempre ha sido malo y el mes de agosto ha ido sobre ruedas. La gente se ha concienciado bastante en hacer turismo de interior», finaliza.

Israel J. Espino está al frente de Mérida Secreta. «Una vez terminado el confinamiento nos sorprendimos porque la gente respondió genial. Evidentemente no es el nivel del año pasado, que fue excepcional, sin embargo, al final hemos estado al 80% en verano. Sí es verdad que no hemos tenido clientes internacionales, pero si un público nacional. Hemos notado un aumento de personas extremeñas y emeritenses, lo que nos ha hecho mucha ilusión».

A nivel nacional

A nivel nacionalEl presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó la apuesta del Gobierno por la recuperación del turismo nacional, un objetivo que considera central en la gestión gubernamental. «El turismo es clave para España y prioritario en la agenda del Gobierno», escribió Sánchez en su cuenta de Twitter.

El turismo se encuentra sumido en la peor crisis de su historia, con casi 400.000 millones de euros perdidos en el primer semestre del año y una caída de los viajes internacionales que rondará el 70 por ciento en este 2020 marcado por la pandemia del coronavirus.