A María Isabel y Esteban les ha golpeado de lleno el coronavirus. Ambos han estado «muy enfermos», reconocen, pero afortunadamente han podido superarlo. Cada día, en el transcurso de la enfermedad y el confinamiento, miraban por la ventana de su casa hacia el santuario para pedirle a la Virgen de la Montaña que les ayudara. Este martes, a su regreso del cementerio para despedir a un familiar que, por desgracia, ha fallecido también a causa del virus, quisieron peregrinar al templo de la patrona para agradecer que les haya enviado su amparo.

Los cacereños fueron de los primeros, llegaron apenas unos minutos después de que el santuario reabriera sus puertas tras semanas cerrado al público por seguridad. «Sabía que se abría esta tarde y hemos venido a dar las gracias a la virgen porque ha estado en todo momento con nosotros, lo hablamos, había que subir a darle las gracias por el bien que ha hecho con nosotros, hemos quedado bien, no tenemos secuelas, ha sido muy duro y siempre hemos tenido en nuestro corazón a la virgen», sostiene María Isabel.

Como ellos, un goteo incesante de fieles se dieron cita para mostrar sus respetos a la patrona desde primera hora de la tarde. «Había gente en la verja a las seis en punto, en esta situación no hay mejor momento para pedir salud a la virgen, teníamos ya ganas de abrir pero las circunstancias no eran fáciles», anota a este diario Juan Carlos Fernández Rincón, mayordomo de la cofradía, que quiso estar presente en una reapertura que ha contado con fuertes medidas de seguridad en las que se han implicado los propios cofrades, que en estas semanas y hasta junio harán turnos para garantizar que se cumplen los protocolos.

Normas y horarios

En esa línea, Fernández Rincón precisa las directrices que se seguirán en las visitas al santuario. Estará prohibido besar y tocar a las imágenes y habrá que usar gel hidroalcohólico y la alfombra desinfectante en la entrada. En cuanto a los horarios, el templo abrirá hasta el 8 de junio solo por la tarde, de 18.00 a 21.00 horas y a partir de esa fecha, con la entrada de la fase 3, ya reanudará su horario habitual de mañana y tarde, de 9.15 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas. En cualquier caso, el mayordomo detalló que el santuario solo estará abierto para visitas y no se realizarán cultos hasta que no se levante el estado de alarma. En cuanto al aforo, se limitará a 30 personas en el interior --23 en la nave central, 4 en la capilla de Santa Ana y 3 en la del Cristo de la Salud-- para respetar el distanciamiento y se ha regulado un itinerario de entrada y salida para que los flujos de asistentes no se crucen entre sí.