Con optimismo, valentía y sin presión, Antonio Catela prepara la selectividad desde su casa de Corte de Peleas. «Tengo la habitación como una auténtica oficina; nunca había usado tanto la impresora». Reconoce que al principio tuvo muchas dudas, pero «ya llevamos dos meses de clases desde casa y creo que es cuestión de organizarse bien. Y ya para lo poco que queda no sería necesario volver a las aulas», opina. Aún así, él se lo plantearía en el caso de que hubiera alguna clase de repaso de Física o de alguna otra materia que le interesara para entrar en la universidad. «Y también depende de si habrá transporte escolar o no, claro».

Es buen estudiante y se encuentra bastante tranquilo en la recta final «y eso que soy de ponerme muy nervioso, pero todavía queda casi un mes y voy a tener tiempo para todo». Porque, eso sí, en su instituto están dado todo el temario que le corresponde en segundo de Bachillerato. «No creo que este año vaya a ser más fácil la selectividad, lo que va a ser es más abierta y eso se agradece y nos va a dar más tranquilidad, porque hay cosas que son más difíciles de estudiar sin estar presencialmente en el instituto».

También echa en falta el contacto con sus compañeros y le inquieta un poco el momento de los exámenes por saber en qué condiciones tendrán que hacerlos. Mientras, solo piensa en poder elegir la carrera que quiere: Ingeniería Química Industrial en la UEx. «Siempre he querido ser ingeniero».