La Diputación de Badajoz ha adaptado a la crisis sanitaria la Residencia Universitaria Hernán Cortés, en cuya entrada se ha instalado un arco anticovid, y mantiene el número de plazas este curso, 148 residentes a los que les harán test rápidos.

La diputada Cristina Valadés y la responsable de la residencia, Emilia Parejo, presentaron las novedades del centro para este singular periodo académico. Los residentes comenzaron a llegar por la tarde, de forma escalonada.

Valadés apeló a la responsabilidad de los jóvenes para cumplir las normas establecidas «puesto que no existe riesgo cero de contagio del covid-19, por lo que se ha creado un exhaustivo protocolo de seguridad».

Entre las iniciativas tomadas resalta la instalación de un arco anticovid de la empresa extremeña Sodiro a la entrada del centro, que mide la temperatura, confirma si el usuario lleva mascarilla y desinfecta manos y pies.