Badajoz vivió ayer su primera jornada con las medidas excepcionales adoptadas para frenar los contagios de coronavirus, que estarán en vigor 14 días. y lo hizo con relativa normalidad entre los ciudadanos, con menos gente en la calle y una gran incertidumbre en el comercio y la hostelería. El primero teme la clausura de numerosos establecimientos y la segunda estudia un cierre masivo de locales durante varios días.

Con el inicio de las nuevas medidas que ayer ratificó el Tribunal Superior de Justicia, el portavoz del gobierno local, Ignacio Gragera, llamó a cumplirlas para reducir la incidencia acumulada --269 casos por 100.000 habitantes-- y levantarlas cuanto antes. Dijo que «somos conscientes de las dificultades, sobre todo para el tejido productivo, pues suponen un frenazo», y apeló «a la responsabilidad personal para superar la situación».

Desde ayer en Badajoz, aunque no se reduce la movilidad, las reuniones no pueden exceder de 10 personas; los comercios bajan el aforo al 40% y si están en parques comerciales las zonas comunes al 30%; no se pueden usar las zonas recreativas, infantiles o de descanso; y en los mercadillo al 40%.

Los cultos al 40%, como bodas y otras celebraciones y nunca más de 100 personas al aire libre o 50 en espacios cerrados --30 y 15 en bautizos y comuniones--. En hostelería y restauración no se sirve en barra y el aforo es del 40%, y en terraza del 50%.

Así, Gragera afirmó que el equipo de gobierno está en contacto con asociaciones empresariales y de hosteleros y entiende su preocupación «porque son los que más sufren las restricciones». Añadió que están aprobados 3 millones para ayudas a autonómos y pymes; y que las medidas para facilitar la actividad en hostelería ya está en marcha.

Además, indicó que la policía local, en coordinación con otros cuerpos, harán que se cumplan las medidas e impedirán las novatadas estudiantiles y botellones, con «una vigilancia exhaustiva».

COMERCIO Y HOSTELERÍA / Laura García, de la Plataforma de Hostelería, que representa a 400 empresarios con 500 negocios --el 70% de los 700 de la ciudad--, dijo que «estas medidas pueden ser la estocada para terminar de hundirnos. El propio Vergeles dice que el 80% de contagios vienen de reuniones familiares y del ocio sin control, ¿por qué las restricciones a la hostelería cuando llevamos los protocolos a rajatabla? Puede ser el fi de muchos negocios que intentaban resurgir». Por ello estudian efectuar «un cierre masivo de locales». Y pedirán «una reducción de los impuestos o habrá que prescindir de trabajadores; yo no lo haré, lo voy a asumir, pero muchos no podrán», afirmó.

Félix Retamar, del centro Comercial de Menacho, manifestó que las medidas «pueden ser el remate de este año»; que «no nos preocupan los aforos porque se cumplen desde el principio, pero sí que se explique bien en qué consisten las medidas, porque esta mañana hay un vacío por las calles increíble».

Dijo que «con la confianza ya ganada, ahora tenemos otro retroceso y eso nos va a provocar que la poca posibilidad que teníamos con la campaña de Navidad, se vaya al garete».

Para él, el problema «no son los 14 días, es si se prorroga y el comenzar de nuevo otra vez, cuando las medidas en los centros comerciales abiertos están más que garantizadas». Además, el temor de la asociación es que cierren establecimientos, no solo en comercio, sino en hostelería, y en servicios como peluquería y centros de estética, que tenemos 16 asociadas, que están a cero por la tarde y muchas tendrán que cerrar porque ya no se pueden mantener».