Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.257 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representó un incremento del 30,4% con respecto al mismo periodo del año pasado, debido a las plusvalías 484 millones de euros por la venta de la participación del 8,07% en Siemens Gamesa, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Iberdrola ha elevado en un 37,6% su partida de provisiones en el primer trimestre del año respecto del mismo periodo del ejercicio anterior, impactada, principalmente, por el aumento de la deuda de clientes atribuibles a la crisis sanitaria del Covid 19, que ha ascendido a 16,7 millones de euros.

Sin las plusvalías generadas por la venta de la participación de Gamesa, el beneficio neto ordinario de la energética fue de 968 millones de euros hasta marzo, el 5,3% más, gracias a inversiones récord de casi 10.000 millones desde el inicio del 2019. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) de Iberdrola creció un 5,8% en el primer trimestre del 2020, hasta 2.751 millones de euros.

Las inversiones de la compañía en el trimestre ascendieron a 1.728,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 24,2%. El 91% de este importe se destinó a Renovables y Redes, con 810,2 y 765,9 millones de euros, respectivamente.

Los 5.500 megavatios (MW) puestos en operación en los últimos doce meses por el grupo, que cuenta con proyectos en todo el mundo por más de 8.500 MW, impulsaron a los negocios Liberalizados y de Renovables, que mejoraron un 26,5% y un 6,1%, mientras que el negocio Regulado cayó un 4,7%, afectado por ajustes contables en Estados Unidos y por el recorte de ingresos de acuerdo al marco regulatorio vigente en España. Así, el flujo de caja de la empresa aumentó un 3,7%, hasta los 2.111,9 millones de euros.

En este caso concreto de España, la peor evolución se debió a la caída de la demanda eléctrica peninsular, en un 3,2% y de los precios del mercado mayorista, en un 37%, condicionadas básicamente ambas magnitudes por el estado de alarma declarado a raíz del coronavirus. Así, Iberdrola España reduce su ebitda en un 3% y su beneficio neto un 7%. No obstante, las inversiones aumentaron un 51% frente a las realizadas en los tres primeros meses de 2019, tanto en redes como en la aceleración de nuevos proyectos renovables.

A pesar de la crisis del coronavirus, el grupo mantiene su previsión de crecimiento para su beneficio neto y dividendos para 2020, gracias a la contribución de las inversiones de 10.000 millones de euros previstas en el ejercicio y estas las plusvalías obtenidas en el primer trimestre. De esta manera, Iberdrola prevé que en 2020, a pesar del Covid-19, sus ganancias superen el récord histórico de 3.406 millones de euros del año pasado y crezcan al ritmo marcado de 'high single digit' (entorno al 8% o 9%), manteniendo así su solidez financiera y su política de dividendos crecientes.

En lo que se refiere al dividendo, el grupo aprobó ha aprobado la ejecución de una nueva edición de su programa de 'retribución flexible', que supondrá el abono de un dividendo complementario de, al menos, 0,232 euros brutos por acción. Este importe, sumado a los 0,168 euros brutos por acción ya abonados en febrero, resulta en una retribución al accionista con cargo a 2019 de 0,40 euros brutos por título, con lo que se alcanza con tres años de antelación el suelo fijado para el 2022.