La Fiscalía portuguesa está investigando el brote de covid-19 surgido en una residencia de ancianos de Reguengos de Monsaraz, a unos 30 kilómetros de la frontera con Extremadura, que suma 162 contagios y que suscitó críticas del Colegio de Médicos a la gestión realizada en el centro. La existencia de la investigación fue confirmada a EFE por la Fiscalía, que no detalló la fecha en la que fue abierta, pero señaló que recibió «muy recientemente» el informe en el que se recoge que la residencia no cumplió las normas dictadas por la Dirección General de Salud.

El brote surgió el 20 de junio en una residencia de Reguengos de Monsaraz, y se extendió fuera del centro. Según los datos más recientes de la autoridad municipal de Protección Civil, el brote causó hasta el pasado miércoles 162 positivos, de los cuales 106 fueron detectados en el propio centro (80 residentes y 26 trabajadores) y otros 56 fuera de la residencia.

El brote, que ya está casi dado como resuelto (el miércoles sumaba 26 días sin nuevos positivos), provocó además 18 víctimas mortales: 16 residentes, un trabajador y una persona ajena al centro.

El Colegio de Médicos realizó una investigación que concluyó que la residencia no cumplió con las normas establecidas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus.

Según el informe de esta investigación, no se cumplió el aislamiento de los contagiados ni la distancia social con los casos sospechosos.

El Colegio de Médicos también responsabiliza de lo ocurrido en la residencia a la Administración Regional de Salud del Alentejo, porque «el proceso de gobernanza clínica falló».

El brote llevó a los municipios extremeños de Villanueva del Fresno y Valencia del Mombuey, limítrofes con Portugal, a solicitar en julio el cierre de sus pasos fronterizos hasta que se estableciese un protocolo entre ambos países por la situación en Reguengos.