Sin duda alguna, de los deportes más afectados por la pandemia han sido las modalidades de contacto como el boxeo. La joven y campeona Irina García (Don Álvaro, 2002) ha visto como su planificación de la temporada se ha ido al traste. En el aire y en su esperanza, la participación en el Campeonato de Extremadura y España.

«Se han suspendido varias veladas a las que estaba invitada y algunos campeonatos internacionales. Y también se ha cancelado la velada que realizamos en Don Álvaro por la igualdad de género, en la cual se disputaría un campeonato profesional femenino con una de las mejores boxeadoras españolas», dice García, quien logró en 2018 el Campeonato de España en la categoría de menos de 50 kilos.

Su jardín se ha convertido en su nuevo gimnasio. «Con la tecnología es todo más fácil y llevadero, mi entrenador y yo nos conectamos a través de videollamada y ahí me puede corregir fallos, aunque no es igual que cuando trabajamos en el gimnasio», explica García. Antes del confinamiento, el Boxing Crew Don Álvaro, su centro deportivo, le facilitó material para seguir con su plan de entrenos.

No parar fue la decisión del entrenador. «La actividad no la íbamos a parar, esa fue la primera decisión que tomamos. Los entrenamientos los confeccionamos y los enviamos por mensajes, tanto para Irina como para el resto de alumnos. Si me piden hacer videollamada, la hago sin problema porque así también rompen la rutina de entrenar solos», explica Raúl Camacho, entrenador del Boxing Crew Don Álvaro.

Nueva normalidad

Poco a poco, el boxeo también vivirá su particular ‘nueva normalidad’, como así reconoce Camacho. «La Federación Española de Boxeo nos mantiene informados de todos los pasos que se están dando a diario para volver a retomar la actividad. Hacen una gran labor y confiamos plenamente en ella, pero parece que se ve la luz al final del túnel», desvela el preparador.

Sin duda alguna, en esta modalidad se necesita entrenar con contacto para obtener el punto óptimo para la competición, algo que de momento queda lejos. «En la parte física solo habría que adaptar algunos entrenamientos específicos y ahí sería mi preparador Juan Octavio Domínguez quien me ayudaría. Es cierto que el tema del contacto se está empezando a tratar, pero todavía falta», reconoce Irina.

A nivel mental, la situación también ha sido dura para esta campeona. «Nos hemos tenido que ir adaptando a esta situación terrible que estamos viviendo, no nos queda otra que asimilarla y seguir trabajando desde la distancia, pero claro que hay momentos de bajón, y ahí intento recordar a mis compañeros, compañeras y entrenadores para superar esos malos momentos», dice con pesar.