El Teléfono de la Esperanza de Badajoz ha atendido 3.000 llamadas desde enero, 600 más que en el mismo periodo de 2019. Según su presidente, Álvaro Cancho, 1.227 estaban relacionadas con el coronavirus. Las llamadas continúan por temor a los brotes, a un nuevo confinamiento, dudas sobre las medidas de protección, o las repercusiones económicas.

Los efectos o el temor a la enfermedad, a los problemas derivados del confinamiento en las economías familiares, o en personas que antes de la pandemia vivían solas, marcaron los momentos más difíciles del estado de alarma.

Ha destacado Cancho la compañía que supone el Teléfono para muchas personas que viven solas, y que no siempre se han agobiado con la situación sanitaria. En este sentido ha declarado que hay abuelos acostumbrados a vivir solos que afrontan la situación con decisión y piden a sus familiares que esperen para visitarles.