«Desde que las pusimos en el escaparate, esto ha sido un no parar. En dos días se han agotado las de pato». ¿Las de pato? A la pregunta responde Neme Vidarte con una sonrisa: «Sí, se llaman así porque se asemejan al pico de un pato. Las suelen utilizar mucho los chicos».

Neme es la encargada de Tara, en la avenida de España, de Alma, en el Centro Comercial Ruta de la Plata, y de Next, en Antonio Hurtado. Sus maniquís lucen mascarillas de tela, originales diseños, de diferentes texturas, discretas, atrevidas, se adaptan a todas las edades, desde niños a mayores y, ciertamente, están arrasando en Cáceres.

La Madrila se suma / FRANCIS VILLEGAS

«Desde el 11 de mayo, que nos permitieron reabrir, es uno de los productos estrella». Y es que la crisis del coronavirus encuentra negocio en este sector textil, con prendas que aguantan hasta 30 o 40 lavados, aunque las hay de 50, con un 99% de filtración. Las primeras cuestan 4,99, las segundas están en 9,99. También hay pantallas en su variedades de diadema o de goma, que alcanzan los 9,99.

La mayoría de ellas están fabricadas en Madrid, pero vienen muchas de Portugal, que son una virguería porque incluyen regulador para adaptarlas a la medida de cada cabeza: «Están muy bien planchadas, con bordados, y son fresquitas para el verano». El precio marca igualmente los 9,99. Disponen de filtros y son homologadas. «Algunas se pueden limpiar con higienizante y vapor a 60 grados», explica Vidarte.

Las hay de diversos diseños. / FRANCIS VILLEGAS

El modelo de pliegues es otro de los demandados, especialmente por las chicas. De un modo u otro, todas están fabricadas para minimizar la transparencia bacteriana y de partículas. Son diseños modernos y cómodos que en la mayoría de los casos tienen estas seis características: tres capas, son antibacterianas, reutilizables, lavables, transpirables e hidrófobas (es decir, cuentan con protección respiratoria, se ajustan con cinta elástica y disponen de tres pliegues para una mayor protección vertical).

En la tiendas de Neme estaban trabajando 12 personas, ahora han salido del ERTE cinco. Confía en que las cosas vayan mejorando para el comercio.

Metros más arriba, en Antonio Hurtado, Wendy no da a basto detrás del mostrador de Mi Bota, un negocio abierto hace unos siete años. La mascarilla se ha convertido en otro de los artículos más demandados de su negocio, donde vende ropa, calzado y maletas. Ofrece modelos a 3,99 (sin filtro), y a 4,99 (con boquilla). «Son lavables, tienen certificado de garantía y se venden más que las quirúrgicas porque incluyen bonitos estampados fáciles de combinar».

La moda es imparable y Off-White, Louis Vuitton o Gucci compiten por crear el complemento estrella de la nueva normalidad. ¡Si hasta ‘La Chica de Ayer’, pub de La Madrila, ha puesto maniquís con las mascarillas más chic!

El establecimiento de la avenida de España, ayer. / FRANCIS VILLEGAS