La decisión del Consejo de Gobierno de la Universidad de Extremadura (UEx) sobre la celebración de los exámenes de las convocatorias de junio y julio de forma no presencial no ha pillado por sorpresa prácticamente a nadie dentro de la comunidad educativa. «Se hacía imposible que fueran presenciales en junio atendiendo a las fases de la desescalada establecidas por el Gobierno central y en el caso de julio tampoco tenemos la absoluta seguridad de que se pudieran llevar a cabo dentro de la nueva normalidad, por eso se ha tomado esta decisión atendiendo sobre todo a cuestiones sanitarias», explica la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Movilidad, Rocío Yuste.

No obstante, lo que sí se permitirá en la convocatoria extraordinaria de julio es la realización de alguna práctica presencial de asignaturas del primer semestre, pero de forma controlada y siempre que se permita por las autoridades sanitarias.

Sobre la forma de llevar a cabo esa evaluación final sin pisar las aulas, la vicerrectora de la UEx defiende que tanto profesores como estudiantes llevan ya dos meses trabajando de forma virtual y trabajando en la reconversión de las actividades en evaluación continua.

Cambios

«Ya hemos hecho la reformulación de nuestras guías didácticas, se han movido los porcentajes de evaluación de los exámenes finales para que sean como máximo un 50% y las pruebas podrán ser como cada profesor considere». Explica también que las dudas que existían respecto a la confidencialidad de los datos privados han quedado resueltas con un documento jurídico publicado por la Agencia Española de Protección de Datos y que «indica claramente qué podemos hacer y qué no podemos hacer en esas pruebas».

Asimismo, Rocío Yuste recuerda que en el Consejo de Gobierno de la institución, del pasado martes, ya se emplazó al consejo de dirección de la UEx para elaborar unas normas claras de evaluación y destaca también la profesionalidad de los docentes universitarios. «Los profesores tienen herramientas para hacer las pruebas virtuales y poder evaluar las competencias que vayan más allá del aprendizaje memorístico, que poco a poco está desapareciendo del sistema educativo».