Más de 120 presos dependientes del Centro Penitenciario de Cáceres cumplen actualmente condena en sus domicilios, vigilados a través de distintos sistemas de control. Esta circunstancia se produce debido a la situación generada por la pandemia del Covid-19. Según explica ACAIP-UGT a través de un comunicado, con la desescalada en marcha y analizando caso por caso, la mayoría podrá continuar en esta situación.

La medida afecta en toda España a más de 5.300 reclusos, según fuentes de la propia Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. En el caso de Cáceres, se trata de internos clasificados en tercer grado (por sus circunstancias personales y penitenciarias ya están capacitados para llevar a cabo un régimen de vida en semilibertad), que cumplían su condena en el Centro de Inserción Social Dulce Chacón, dependiente del Centro Penitenciario de Cáceres. Precisamente, debido al Covid-19 y para evitar contagios, estas instalaciones situadas al lado de la prisión cerraron sus puertas.

Los internos fueron enviados entonces a sus viviendas para seguir cumpliendo condena, conforme al artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario, vigilados mediante controles telemáticos, pulseras, llamadas telefónicas o visitas a sus domicilios.

SE REANUDAN LAS VISITAS

Además, a partir de esta misma semana, los reclusos que continúan internados en el Centro Penitenciario de Cáceres, y que hasta la fecha habían tenido restringidas las visitas para evitar la posibilidad de contagios, podrán reiniciar las comunicaciones ordinarias con sus familiares a través de los locutorios.