La Junta de Extremadura ha autorizado la salida de las personas que están en las residencias de mayores, tanto públicas como privadas, para trasladarse a vivir a otros domicilios familiares. Según confirmaron ayer a Efe fuentes de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, podrán salir de los centros aquellas personas con una prueba PCR negativa en coronavirus.

El consejero del ramo, José María Vergeles, ha remitido una instrucción a la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex) para que se informe a todos los ayuntamientos de esta nueva posibilidad y las condiciones que han de cumplirse.

El traslado se realizará a petición del usuario o de su familia. No obstante, si el residente fuera considerado contacto estrecho de un caso activo en la fecha de la solicitud de la salida voluntaria del centro, deberá cumplir en el centro residencial el periodo de cuarenta establecido. Los interesados, ya sean los residentes o familiares, pueden presentar la solicitud para el traslado ante la dirección del centro residencial.

En el caso de los residentes que ocupen una plaza pública, se les reservará, pero deben abonar el importe íntegro y retornar al centro a los tres días una vez que finalice el estado de alarma, pues en caso contrario la perderían. Si se trata de un centro privado, se debe negociar con la dirección, señala la consejería. Con esta medida se pretende aliviar el aislamiento que están sufriendo las personas mayores que viven en las residencias de ancianos, que no han podido ni salir ni recibir visitas. No hay que olvidar, además, que estos centros han sido el principal foco de la pandemia en la región y acumulan el 90% de los fallecidos por covid-19.

Además de las residencias, la Junta también ha autorizado que las personas que han estado ingresadas en el hospital por coronavirus y han recibido el alta clínica puedan continuar su aislamiento en otra vivienda.