Viene de una familia de modistas (su abuela, su madre...), pero Tatiana Fernández asegura que no sabe ni enhebrar una aguja. Por eso quizás ella no se ha encargado de coser, pero sí se ha afanado en cortar las bolsas de basura que todo Monroy está transformando en batas para los sanitarios del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.

«Monroy se ha puesto manos a la obra en ‘cero coma’», dice muy gráficamente la guardameta del Femenino Cáceres de la Liga Reto Iberdrola. Cuando se enteraron de la necesidad de batas para los sanitarios («una paisana que es médico allí nos lo dijo»), en pocas horas ya habían creado un grupo de Whatsapp (‘Voluntariado’) con más de 70 personas dispuestas a ayudar. Y se siguen sumando voluntarios.

Los comercios de Monroy donaron todos los sacos de basura y la madre de Tati confeccionó el patrón. La guardameta ayudó a la hora de recortar las bolsas y después se repartieron entre todos los voluntarios para que las cosieran. «Ya están en el hospital», dice orgullosa la jugadora.

«Es muy duro ver cómo nuestros sanitarios se esfuerzan y no tienen el material necesario», añada la polifacética Tati, que además de futbolistas conduce un programa de televisión, otro de radio, es fotógrafa aficionada, da clases, baila en el grupo de folklore de su pueblo, es motera y, ahora, modista primeriza.

Además de batas con bolsas de basura, también confeccionan mascarillas. Empezó su madre haciéndolas con tela para la residencia de mayores en la que es cocinera, cuenta Tatiana, y ahora las hacen con un tejido especial que les han facilitado. «Desde Monroy le mandamos mucha fuerza a los sanitarios», añade la meta del Femenino Cáceres.

Entrenamientos muy duro

Entrenamientos muy duroY, mientras tanto, Tatiana no ha dejado de entrenarse. Acababa de salir de una lesión cuando le llegó el parón por el coronavirus. «Estábamos jugando muy bien», explica ella, que reapareció en el duelo ante el Santa Teresa de Badajoz. Ahora aprovecha este paréntesis para recuperarse al cien por cien de esa lesión con los duros entrenamientos que les manda la preparadora física, Yolanda Collado. «Yo no sé si esta tía ha empezado ya la pretemporada en casa», ríe Tatiana, mientras reconoce estar muy feliz con las rutinas «súper duras» que les manda cada día. «A mí me encanta; si no fuera por eso me volvería loca, porque soy una persona bastante activa y el confinamiento lo llevo bastante mal», añade con gracia. Y mientras tanto, recorta una nueva bolsa de basura.