El Papa había retomado las audiencias generales de los miércoles con los fieles el pasado 2 de septiembre, después de seis meses de parón por el confinamiento. Sin embargo, no ha sido hasta hoy cuando ha anunciado, a su pesar, que dejaba de saludar a los creyentes para respectar las medidas sanitarias.

El pontífice argentino, que pidió diculpas por esta restricción, dijo desde su trono en el aula Pablo VI del Vaticano: "Como hago normalmente, yo querría bajar y acercarme a vosotros para saludaros pero con las nuevas prescripciones es mejor mantener las distancias y a los enfermos los saludo de corazón desde aquí".

Por primera vez hoy, no ha pasado por el pasillo central para saludar a los fieles de la platea, como suele hacer normalmente, y al final tampoco ha recorrido la primera fila. Al término de su catequesis valoró que los cientos de fieles que le escuchaban mantuvieran la distancia física y les pidió disculpas por no podemos acercarse a ellos. "Cuando yo bajo todos vienen y entonces se agrupan y el problema es que hay peligro de contagio. Por eso cada uno con la mascarilla y manteniendo la distancia podemos seguir adelante con las audiencias", explicó.

Sin mascarilla

Sin mascarilla"Disculpadme si hoy os saludo desde lejos pero creo que si todos como ciudadanos cumplimos las prescripciones de las autoridades, esto será una ayuda para acabar con esta pandemia. Gracias", dijo, suscitando el aplauso de sus fieles. Al igual que en la audiencia del miércoles de la semana pasada, Francisco, de 83 años, no llevó la mascarilla, obligatoria en la Ciudad del Vaticano, aunque en esta ocasión sí la usaban algunos de sus colaboradores, aunque no todos.

Por contra, los miembros de la Guardia Suiza, que garantizan la seguridad del Papa, llevaban mascarilla ya que el Vaticano confirmó el lunes que cuatro de ellos habían dado positivo al coronavirus.

La restricción en el saludo del pontífice se da en un momento en el que los casos de contagios en Italia van al alza. El martes, se rozaron los 6.000 positivos, cifras que no se registraban desde marzo, en los peores momentos de la pandemia, aunque en la actualidad se hacen más pruebas.