Durante el pasado mes de marzo, el número de desempleados ha aumentado en Monesterio en casi un 20%. “Toda una barbaridad”, estima el alcalde, Antonio Garrote, quien considera que este aumento se ha dado, sobre todo en el sector servicios, que junto al de las industrias cárnicas, representan los dos sectores “más potentes del municipio”. Al día de hoy, el número de parados es de 496; lo que supone 86 desempleados más que el mes pasado y 123 más que el año pasado en la misma fecha.

El hecho de que bares, restaurantes, cafeterías y otros establecimientos hosteleros, (sector más potente del municipio), fueran los primeros en cerrar sus puertas, “incluso antes de decretarse el estado de alarma”, ha supuesto que muchos de sus empleados estén sujetos a expedientes de regulación de empleo. A ello, se suman, según el alcalde, las medidas adoptadas por “otras pequeñas empresas con menos trabajadores”. A estos datos, hay que sumar el efecto que esta crisis está suponiendo “al colectivo de autónomos”, que no se refleja en estas cifras, pero que “agrava aún más la situación económica de la localidad”. Pero no sólo el sector privado; también el público, sostiene el alcalde, pues entre el número de desempleados también se contabilizan quienes acaban de finalizar contrato en la Escuela Profesional Aguablanca I, “sin que hayamos podido poner en marcha propuestas debido a la paralización del Estado”.

Medidas

Además de las medidas que se están tomando por parte de las administraciones central o autonómica, el ayuntamiento, explica Antonio Garrote, “está trabajando” en un plan de choque, que se pondrá en marcha una vez finalice el estado de alarma sanitaria, pues ahora “lo fundamental es continuar luchando contra el virus”. En este sentido, el alcalde adelanta que se están perfilando distintos tipos de ayudas, con “tres medidas concretas”, destinadas a trabajadores desempleados, autónomos y la promoción de Monesterio como referente del turismo gastronómico extremeño.

Del mismo modo, el alcalde ha explicado que, “aunque los presupuestos municipales ya estaban cerrados y listos para ser aprobados”, el hecho de haber visto retrasada su aprobación por la situación actual, supone también “reconducir partidas” que vayan “directamente dirigidas a mitigar los efectos de esta situación”, concluye Garrote.