La terapia con plasma de pacientes recuperados de coronavirus es la "única" opción disponible actualmente para afrontar la pandemia mientras se desarrolla una vacuna o un medicamento. Así lo ha afirmado Arturo Casadevall, médico inmunólogo de la Universidad Johns Hopkins de EEUU.

"Es lo único que tenemos en este momento que tiene buenas posibilidades de funcionar", ha señalado en una entrevista telefónica Casadevall, presidente del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de ese centro docente.

El experto en salud pública ha destacado que el plasma es la opción que está "disponible de inmediato", aunque aclara que en las próximas semanas puede haber otras alternativas. En este sentido, ha apuntado que el plasma, la parte de la sangre que contiene anticuerpos pero no glóbulos rojos, funciona también en conjunto con los medicamentos. "No es lo uno o lo otro", ha precisado. Casadevall subraya que la terapia de suero convaleciente, como se conoce el uso del plasma, puede administrarse a un paciente que también esté medicado y "a menudo obtiene mejores resultados cuando se usan juntos".

El proyecto de la Johns Hopkins

El proyecto de la Johns HopkinsEl profesor de la Johns Hopkins, que ha sido impulsor del uso de esta terapia desde principios del año, ha celebrado la reciente autorización de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EEUU. Y ha destacado como un "precedente importante" la primera transfusión de plasma de un paciente recuperado de covid-19 a otro en estado crítico, realizada el 28 de marzo en el Hospital Metodista de Houston (Texas).

Liderada por Casadevall, la Universidad Johns Hopkins también está trabajando contra reloj en este procedimiento centenario, que se remonta a la pandemia de la llamada "gripe española" que se inició en 1918 y mató a millones de personas.

La idea es utilizar el plasma sanguíneo de los pacientes que se han recuperado para que sus anticuerpos ayuden a curar o evitar esta contagiosa enfermedad de las vías respiratorias.

Casadevall detalla que busca usarlo de forma "profiláctica" en personas que pueden estar expuestas al nuevo coronavirus, como el personal médico, para tratar de prevenir la enfermedad y, por otro lado, de manera "terapéutica" para tratar la infección.

Matiza que en algunos pacientes buscarán que la infección no progrese para evitarles el uso de respiradores, pero que también van a probarlo en personas muy enfermas. "No estamos seguros de cómo funcionará en ellos porque, por lo general, cuando las personas están muy enfermas, administrar un anticuerpo puede no hacer nada", ha dicho.

Inicio en dos semanas en EEUU

Sin embargo, considera que la experiencia con plasma en China para personas muy enfermas de covid-19, aunque faltaron los ensayos clínicos, resultó "alentadora" y eso lo llevó a hacerlo en estos pacientes.

El experto espera empezar las transfusiones en dos semanas y para ello se enfrenta al reto "logístico" de recoger el plasma, que implica que haya más pacientes recuperados. "La mayoría de las personas en Estados Unidos están hoy a mitad de enfermedad, por lo que aún no se han recuperado", precisó.

La clave, según Casadevall, es elegir a los superviventes que tienen el mejor anticuerpo y después encontrar qué personas se pueden beneficiar mejor de ese anticuerpo. "Eso es lo que estamos proponiendo para ensayos clínicos aleatorios que nos permitirán determinarlo con bastante rapidez".

Beneficios superan los riesgos

Un "buen donante", que va a proveer del plasma para un máximo de dos personas, es aquel que haya tenido el virus, esté recuperado y tenga una buena salud, ha indicado.

Para el médico, los beneficios de esta terapia superan los riesgos, que son "pequeños", los mismos de cualquier transfusión. Solo cabría una reacción contraria o un riesgo "teórico", que sería empeorar la enfermedad. Sobre la posibilidad de contagio del VIH (virus del sida), dijo que el riesgo esa muy bajo porque toda la sangre se analiza.

Los contagios por coronavirus en EEUU superan ya los 188.000 y el número de muertos es 3.882, solo por detrás de Italia y España.