Las playas del interior de Extremadura, como la de Orellana La Vieja, con bandera azul desde 2010, y las tradicionales piscinas municipales constituyen la cara y cruz de este verano, pues la primera abrirá, mientras que las segundas estarán cerradas.

La llegada del calor suele amortiguarse con chapuzones en espacios e instalaciones acuáticas, pero será bastante más difícil este año.

Las distintas localidades de Mancomunidades como las de Centro, Vegas Altas, La Serena, Sierra Suroeste, Vegas Bajas y Olivenza ya han anunciado que sus piscinas municipales no abrirán como medida de prevención ante la pandemia.

Por contra, Orellana La Vieja prepara un plan de seguridad para la apertura de su playa y su puerto deportivo.

Ante la realidad del coronavirus, numerosas mancomunidades y comarcas extremeñas no han ocultado sus dudas en cuanto al posible comportamiento del virus en contacto con el agua o lugares con humedad, así como a la hora de afrontar medidas de distanciamiento y aforo en las piscinas.

Por ello, y con el criterio de que «la seguridad y salud de los vecinos y visitantes» se debe imponer a cualquier otra circunstancia, las piscinas de decenas municipios no estarán abiertas.

La Mancomunidad Integral de Municipios Centro, que engloba a las localidades de Alange, Arroyo de San Serván, Calamonte, Mirandilla, Oliva de Mérida, San Pedro de Mérida, Trujillanos, Villagonzalo y La Zarza, ya han anunciado que no habrán chapuzones este verano.

Comarca de Vegas Altas

Idéntica decisión han adoptado los pueblos de la Comarca Vegas Altas, que engloba las Mancomunidades Integrales de la Serena-Vegas Altas y Guadiana, donde figuran Campanario, La Coronada, Gargáligas, Guareña, La Haba, Hernán Cortés, Magacela, Mengabril, Navalvillar de Pela, Ruecas, El Torviscal, Valdehornillos, Valdivia, Vivares y Zurbarán, así como Entrerrios y Orellana de la Sierra. «No podemos garantizar una apertura segura y que no ponga en riesgo a usuarios y trabajadores», afirman.

Al respecto, consideran que el mayor problema para los municipios está en garantizar que los usuarios puedan mantener la distancia de seguridad, principalmente entre los más pequeños; el control del aforo en la propia lámina de agua, el control del aforo en las instalaciones y los controles y exigencias de desinfección y limpieza.

Asimismo, los ayuntamientos de la comarca pacense de Olivenza han decidido no abrir las instalaciones de sus piscinas durante la temporada de baño 2020. Aunque los expertos en salud pública han fijado un protocolo de normas de uso, las medidas representan «demasiadas dificultades para una apertura segura».

Los municipios que forman la Mancomunidad Integral Sierra Suroeste, también han decidido no dar este servicio este verano. «Una medida difícil, pero irremediable, debido a la necesidad de reducir al máximo la posibilidad de contagios y nuevos rebrotes del coronavirus».

Además, esta comarca se encuentra ubicada en una zona fronteriza con la vecina Portugal y con la comunidad autónoma de Andalucía, por lo tanto, «un sitio muy de paso para personas que se desplazan a las playas de Huelva o la zona de Alqueva».

En esta comarca figuran las localidades de Higuera la Real, Jerez de los Caballeros, Oliva de la Frontera, Salvaleón, Salvatierra de los Barros, Valencia del Mombuey, Valle de Santa Ana y Zahínos.

La ‘cara’ de esta moneda es el Ayuntamiento de Orellana la Vieja, que ya trabaja en la elaboración de un plan de seguridad para su playa de interior.

La de Cheles, también con bandera azul, acogerá igualmente a los bañistas.