La polémica vuelve a estar servida. Tras la publicación en 'El País' de un vídeo de un hospital madrileño de Parla en el que un jefe médico pide a su equipo que se prepare para recibir órdenes políticas negando la hospitalización a personas mayores durante el pico de la pandemia, la reacción de la Comunidad de Madrid y del centro no se ha hecho esperar. "Se trataba de un simulacro", contraatacan para tratar de aplacar los ánimos de los familiares de los miles de ancianos que han fallecido en la región en las residencias de mayores.

El vídeo fue grabado en el hospital Infanta Cristina de Parla, al sur de la capital, durante una sesión en la que los sanitarios se preparaban para un escenario inminente de colapso hospitalario, según el diario.

Y este es, más o menos, el argumento que esgrime en su defensa la Consejería de Sanidad, que ha insistido este jueves que no se ha dictado ninguna instrucción con criterios de edad para acceso a las ucis de Madrid y que el polémico vídeo que recoge una charla de un facultativo del Hospital de Parla, en el que se habla de asignación de camas por esperanza de vida y denegación de tratamientos a ancianos, es una sesión interna de "simulación de un escenario de catástrofe" al inicio de la pandemia.

Así lo han indicado fuentes del departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero en relación al vídeo en el que se recoge la charla de un médico internista del centro con otros compañeros, enmarcando estos comentarios en una sesión donde se "simulaban" las "distintas posibilidades que podían ocurrir y diferentes formas de actuar según el escenario de inicio de la pandemia".

"Como simulación que era no estaba sujeta a ningún protocolo ni directriz especifica", han recalcado desde la Consejería de Sanidad para agregar que no se dio durante la crisis sanitaria ninguna instrucción en base a criterio de edad para limitar el acceso a la uci.

En ese vídeo, al que ha tenido acceso Europa Press, se recoge una exposición de un facultativo internista del centro a otros compañeros sobre varios modelos éticos a la hora de desplegar atención a enfermos. En este sentido, disertó que hay sistemas éticos, que denomina de "justicia" y "beneficiencia" para conseguir el "máximo beneficio" del paciente en situación de "abundancia" de recursos, si bien luego apuntó a un tercera vía que nombra como "utilitarista" que aparece cuando "hay limitación extrema de recursos".

"El objetivo principal no es el beneficio individual sino el beneficio social, maximizar el número de vidas salvadas", apuntó este facultativo para retrotraerse a un ejemplo de catástrofe "puntual" como el atentado del 11-M, en el que se emplea un "triaje de guerra" que mediante etiquetado por colores se describe a pacientes leves, recuperables, críticos con los que actuar de urgencia y no recuperables. También alude a los que serían pacientes de edad cuyo triaje se pospone.

A continuación, el medico aludió a que en la situación derivada del crononavirus "obliga a plantear que puede ocurrir una limitación extrema de recursos". En ese posible caso, especificó en su simulación que un "primer cuello de botella" serían las camas uci, el segundo las camas de hospitalización, luego el personal disponible (desaconsejando doblar turnos) y también aludió al acceso a material de protección.

Luego, empleó un símil bélico para agregar que, en este sistema ético, que "a lo mejor llega un momento que hay que decidir a quién se tira la bala (en alusión a recursos) y a quién me la guardo para otro paciente". "A lo mejor llegamos a esto, esperemos que no", añadió.

"SI ES COVID, MALA SUERTE"

También dijo que ese escenario implica reorganizar la actividad asistencial, los recursos logísticos y centralizar las camas uci, que ya no serían del hospital sino de la Comunidad de Madrid. En ese momento, este facultativo manifestó que en ese sistema ético para situaciones de catástrofe se asignan las camas a pacientes que "más se beneficien, no por gravedad sino por años de vida recuperables". "Eso es drástico, es horroroso, ojalá no hubiera que vivirlo", prosiguió en su alocución.

En esa charla entre compañeros indicó que si la curva de contagio del coronavirus "se aplana a lo mejor no se llega a esto". "Luego dentro de dos semanas me diréis qué catastrofista eres. Pero si la curva no se aplana y todos pensamos que no se va a aplanar, puede que lleguemos a esto, desabastecimiento, limitar tratamiento a pacientes recuperables, no dar tratamientos a ancianos en residencias".

En ese momento, una compañera pregunta si eso pasa "ya", a lo que dijo que "no se están dando" agregando que se da tratamiento antibacteriano y "si es covid, mala suerte".

Al respecto, la Consejería ha insistido en que "no ha dictado ninguna instrucción" con criterios de edad para el acceso a las ucis de Madrid y que durante la pandemia, entre el 1 de marzo y el 30 de abril, las bases de datos reflejan que se atendieron de forma global a 2.600 pacientes covid, con un rango de edad que va de los 18 a los 98 años.

Por otro lado, el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero asegura que el número de camas de cuidados intensivos se triplicó, pasando de 540 puestos a 1.900.

Aparte, en el Hospital de Parla se han destinado "todos los recursos necesarios" en función de las fases de escalada de la pandemia atendiendo a las necesidades asistenciales de cada momento. Concretamente, se pasó de siete camas a 21 en uci y de 147 a 281 en hospitalización, mas el Hotel NH, en el que se habilitaron 120 camas.

MÁS DE 11.200 TRASLADOS DE RESIDENCIAS DE ANCIANOS

Escudero ha afirmado además en la Asamblea de Madrid que el 65 por ciento de los traslados del SUMMA a hospitales fueron de mayores de 70 años y ha avanzado que pondrán en marcha un Plan de Contingencia Específico en los Hospitales de cara a un posible rebrote.

En su intervención en la sesión de control del Pleno de la Asamblea, Escudero ha desgranado que, desde que se puso en marcha el plan de choque para residencias se han realizado 832 actuaciones.

En ellas se incluyen la medicalización de 232 residencias, contando con 28 equipos de profesionales de Atención Primaria, 38 de hospitales y los 26 geriatras de enlace, a los que habría que añadir 56 profesionales de las mutuas, que han colaborado en esta tarea así como la entrega de más de 12 millones de unidades de material de protección hasta la fecha.

Además, ha desgranado que se han dispensado 3.039 concentradores de oxigenoterapia en más de 270 residencias, y de 176.215 medicamentos en más de 380 residencias y se han realizado más de 11.200 traslados entre hospitales y residencias.

"Un total de 35.800 mayores de 70 años, 11.200 de ellos procedentes de residencias. Pero es que además, uno de cada dos pacientes atendidos en nuestros hospitales es mayor de 70 años, incluso uno de cada cuatro, mayor de 80", ha manifestado.