El absentismo escolar se ha incrementado por el coronavirus y la situación preocupa. En el caso de la capital cacereña la ausencia de alumnos se nota especialmente en el colegio Gabriel y Galán de Aldea Moret, donde solo acude un 20% de los estudiantes matriculados (unos 20 o 25, según el día). Los padres se niegan a llevar a sus hijos al colegio por miedo al contagio, lo que ha llevado al centro a realizar una reunión extraordinaria del observatorio de la convivencia (organismo en el que se tratan asuntos relacionados con el barrio y el centro) para pedir la implicación de las administraciones y lograr frenar esta problemática.

La situación ha mejorado desde el primer día de curso, cuando solo acudieron a clase cuatro estudiantes. Los padres se negaron entonces a llevar a los niños al colegio después de que se conociera que uno de sus profesores había dado positivo en coronavirus y otros tres se encontraban en cuarentena al ser considerados contactos directos del contagiado. En estas tres semanas de curso han logrado que una veintena de alumnos asista a las aulas, pero el objetivo es conseguir generar la suficiente confianza para que se escolarice a los 120 que están matriculados en este centro.

COMPROMISO CON LOS PADRES

En este sentido, el director del colegio se comprometió ayer con la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del centro a presentarles los planes de contingencia elaborados por el claustro. «Hemos intentado hacerles ver que los colegios son entornos seguros, la mayor parte de los contagios se suceden en las reuniones familiares y en el ocio nocturno», explicó la concejala de Educación, María José Pulido, que asistió a la reunión. También estuvieron presentes el delegado provincial de Educación, Francisco Javier Jiménez, la Policía Nacional, el párroco de la barriada y los diferentes colectivos sociales que operan en el barrio.

Hasta el momento Educación no ha actuado contra los padres por el absentismo pero advierte de que lo hará si la situación persiste. «No tienen la opción de no llevar a sus hijos al colegio porque les están privando de su derecho a la educación», agregó Pulido.

Por otro lado, el colegio presentó los dos proyectos que pondrá en marcha este año: Uno relacionado con los hábitos saludables y el otro sobre nuevas tecnologías. Este último consiste en formar a padres y alumnos en herramientas tecnológicas para poder continuar con las clases en casa en caso de que hubiera otro confinamiento. Cuando cerraron los colegios el pasado curso por la pandemia les resultó imposible seguir formándose debido precisamente a la escasa accesibilidad de las familias a estas herramientas tecnológicas.