Lola del Puerto, médico almendralejense de 33 años y especialista en la rama de neumología, sabe perfectamente lo que significa luchar contra el covid-19 en primera línea de batalla. Trabajadora del hospital de Logroño, en La Rioja, a donde llegó hace dos años destinada, lleva más de un mes tratando única y exclusivamente a pacientes contagiados por coronavirus. Día tras día. El alto índice de contagiados en la zona norte del país afectó directamente a su hospital y fueron muchos los médicos que tuvieron que dejar de atender al resto de pacientes para sólo centrarse en los ingresados por covid-19.

Lola, como muchos españoles, ve algo de luz al final del túnel, pero su sentido médico le hace ser muy cauta: «vamos cada día a mejor y lo estamos notando con la disminución de ingresos por contagio. La gente, en general, está cumpliendo bien las medidas del confinamiento. Pero no puedes fiarte de este virus». ​ Experta en neumología, advierte especialmente a todos los ciudadanos de no fiarse del coronavirus por ser joven. «Que nadie piense que esto sólo afecta a los mayores. Hemos visto casos de personas jóvenes (en torno a los 40 años) que han experimentado fracasos respiratorios importantes y no tenían patologías previas. Que nadie se fíe de eso, por favor», reclama.​

¿Miedo?​

¿Miedo?​Como muchos médicos, Lola está hecha de otra pasta. «La palabra no es miedo. Nosotros nos enfrentamos continuamente a muchas enfermedades. Hay más impotencia que miedo. En medicina solemos tener todo muy protocolizado y esto es algo muy nuevo. La sensación que hemos tenido es que, en ocasiones, das lo máximo y parece que no es suficiente. Y eso nos ha generado impotencia». Sobre las recomendaciones, Lola insiste reiteradamente en mantener las distancias de seguridad en todos los ámbitos de la vida.​

A Lola, de momento, le reconforta saber que en Almendralejo el índice de contagiados es mínimo. Toda su familia está allí «y saber esos datos me quedan algo más tranquila». Sobre sus padres, «ellos saben cómo es mi trabajo. Mi familia me apoya muchísimo y siempre está pendiente de mi». Lola, una guerrera en la batalla.