Una ola de cacerolazos en Sao Paulo y Río de Janeiro y una nueva demanda de destitución contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se colaron este martes en medio de la crisis mundial por el coronavirus, que registró sus dos primeras muertes en Brasil.

En un llamamiento a través de las redes sociales, cientos de personas salieron a las ventanas y balcones de sus casas con cacerolas y gritos de "fuera Bolsonaro", anticipando las manifestaciones convocadas para este miércoles en contra del mandatario y que pueden verse truncadas por las restricciones ante la pandemia del COVID-19.

Protestas sociales

Los barrios centrales paulistas de Consolaçao, Santa Cecilia, Higienópolis, Bela Vista, Pompeia y Jardins, próximos a la Avenida Paulista, y los de Jardim Botánico y Copacabana, en Río de Janeiro, tuvieron manifestaciones contra el gobernante.

No obstante, en algunos sectores, como en el barrio paulista de Perdizes, hubo manifestaciones a favor de la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985 y de Bolsonaro, quien el domingo recibió un baño de masas de sus simpatizantes en movilizaciones que contrariaron las restricciones por el COVID-19.

El propio Bolsonaro, que dio negativo en las dos pruebas que se hizo para detectar la enfermedad al haber estado en contacto con varios colaboradores infectados, ignoró la orientación médica e intercambió saludos y abrazos con los simpatizantes que fueron hasta el palacio presidencial en Brasilia.

Solicitud de destitución

El cacerolazo se produjo horas después de que este mismo martes el diputado Leandro Grass, de 34 años y del partido opositor Rede, presentase ante el Congreso la décima solicitud de destitución contra el mandatario bajo la denuncia de que el jefe de Estado incitó a las manifestaciones del último domingo en plena pandemia.

En ella alegó, que Bolsonaro cometió "crimen de responsabilidad" al apoyar las marchas en vídeos divulgados a través de las redes sociales. Esta actitud, según el demandante, es contraria a las directrices del propio Ministerio de Sanidad de Brasil y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que demandan evitar las aglomeraciones para frenar la propagación del virus.

Las faltas de Bolsonaro

Para Grass, el pedido de un juicio en contra del gobernante se basa también en las recientes ofensas, de "índole sexual", contra la periodista Patricia Campos Mello, quien en un reportaje denunció la propagación de mensajes falsos en la red social Whatsapp por empresarios que apoyaban la candidatura de Bolsonaro en 2018.

Desde que asumió el poder el 1 de enero de 2019, el Congreso ha recibido diez pedidos de destitución, algunos archivados y otros en trámite. El de Grass es el primero después de las manifestaciones a favor del presidente del último domingo. Otros antiguos aliados, como la abogada y diputada regional Janaina Paschoal, también han solicitado la dimisión de Bolsonaro, al que acusan de cometer un delito contra la salud pública por promover las protestas.