El PSOE ha irritado al movimiento LGTBI al publicar un argumentario que ha difundido entre sus cuadros y en las redes sociales, elaborado por la Secretaria de Igualdad, dirigida por Carmen Calvo, que toma postura en un debate que divide al feminismo desde hace meses y que está relacionado con los derechos de las mujeres trans y la teoría queer. El documento ha sido difundido un día después de que el Consejo de Ministros aprobara la ley contra la violencia infantil, que aunque se basa en el anteproyecto impulsado por el Gobierno socialista en el 2018, ha sido ligeramente modificado por la vicepresidencia de Pablo Iglesias en los últimos meses.

Dicho proyecto de ley, que ha sido enviado a las Cortes, dice que los niños tendrán derecho a que su orientación sexual e identidad de género, sentida o expresada, sea respetada en todos los entornos de la vida. Además, Unidas Podemos presentó varias iniciativas legislativas la pasada legislatura, como la ley trans o la ley lgtbi, en las que se reconoce el derecho a la autodeterminación de género, es decir, que las personas trans puedan cambiarse de nombre en documentos oficiales sin necesidad de hormonarse y tener un informe favorable médico. Por último, la llamada ley sí es sí contra las violencias sexuales diseñada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, que ya generó un conflicto entre el PSOE y Unidas Podemos antes del 8-M, según un sector del feminismo introduce nuevos conceptos jurídicos que ponen en entredicho los derechos de las mujeres basados en su sexo, al confundir entre sexo y género.

LOS "SENTIMIENTOS"

En este contexto, el argumentario socialista señala que el sexo es un hecho biológico y el género una construcción social. A las mujeres las matan por nacer mujeres, señala, porque el sexo determina su lugar en el mundo y a partir del mismo se construye y se delimita el espacio que ocupan y como lo hacen. Si bien, en opinión de los socialistas en los últimos tiempos se está generando una utilización interesada por parte del activismo queer de los términos identidad sexual e identidad de género que está poniendo en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político mujer. Por ello, se muestran contrarios a que los sentimientos, expresiones y manifestaciones de la voluntad de la persona, sobre si se siente hombre o mujer, tengan automáticamente efectos jurídicos plenos. El denominando derecho a la libre determinación de la identidad sexual o a la autodeterminación sexual carece de racionalidad jurídica, concluyen.

Este posicionamiento ha generado malestar interno, como ha expresado en las redes sociales la diputada socialista en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, quien ha señalado que no la representa un panfleto transfóbico, así como irritación en sectores tradicionalmente afines al PSOE. Así, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y la Fundación Triángulos, las dos entidades más representativas de este movimiento, consideran que el argumentario atenta contra las personas trans, las patologiza y las niega al afirmar, dicho documento, que la identidad de algunas es la expresión puntual de un sentimiento y sugerir que reconocer sus derechos va a suponer un borrado de las mujeres.

POSIBLE CONFLICTO EN EL GOBIERNO

Ambos colectivos han pedido una reunión urgente con el Gobierno para aclarar qué postura va a ser la preponderante a la hora de llevar a la práctica dos de los compromisos que aparecen en el acuerdo de coalición: la elaboración de una ley trans y de una ley LGTBI. Y es que dadas las posiciones de partida, la elaboración de ambas leyes podría traer consigo un nuevo conflicto entre el PSOE y Unidas Podemos.