Ayer fue el primer día de la vuelta a la antigua nueva normalidad después de las medidas excepcionales impuestas para reducir la incidencia acumulada del coronavirus durante las dos semanas anteriores, y la ciudad comenzó a retomar el pulso que se vio interrumpido el pasado 21 de septiembre con una mayor presencia de personas en la calle, en el comercio y en las barras de los bares, con una mejoría importante en el ámbito sanitario, pero con consecuencias graves en el económico, según manifestaron los representantes del sector de la hostelería y del comercio.

En algo coincidieron Félix Retamar, de la Asociación de Empresarios de Menacho y Adyacentes, y José María Pérez, de la Asociación de Hostelería de Badajoz, en que urgen las ayudas prometidas por las administraciones.

Pérez manifestó que «nos alegra retornar a la antigua nueva normalidad porque a muchos compañeros las medidas les han afectado gravemente; para los que no tenían terraza y veían restringidos en el uso de la barra y aforos internos han sido 14 días de muy mal funcionamiento».

El portavoz de los hosteleros afirmó que «ahora les tocado a los compañeros de Cáceres y nosotros mantenemos la misma línea, esto hay que solucionarlo entre todos. No se puede ir dando palos aquí y allí; hay que sentarse y buscar soluciones». Y «sobre todo, hay que generar confianza, transmitir al público que la solución es usar el sentido común, en el comportamiento individual, porque siempre puede haber alguien que falle, pero por lo que he testado, los compañeros están siendo escrupulosos en la aplicación de la norma».

HOSTELERÍA / Aseguró Pérez que «todo el mundo es consciente de que una actuación negligente le puede acarrear graves problemas personales y de funcionamiento del negocio. En líneas generales el sector se comporta bien y es estricto con la normativa».

Dijo que el sector está «muy descontentos con la criminalización que se nos hace», conscientes de que hay un problema que resolver» pero que la solución «la tenemos que buscar entre todos». Y propuso hacer una labor de concienciación pues «todos hemos vivido situaciones tensas por no decir violentas, pues no somos una autoridad y tenemos que rehuir la confrontación con el cliente».

José María Pérez reclamó las ayudas prometidas a un sector que «ha estado tres meses cerrado y la Seguridad Social no ha perdonado ninguna cuota de autónomo, las compañías han cobrado religiosamente las facturas del agua, la luz, se han pagado alquileres, se ha pagado todo».

Hablan de reducciones de aforos y de negocio pero nadie habla de reducir cotizaciones e impuestos. Comprendemos que no somos los únicos, pero las ayudas son necesarias».

COMERCIO / «Para nosotros es empezar otra vez; hemos tenido una bajada del 15% en ventas en las dos semanas, cuando tanto en la fase 2 como en la 3 los aforos los llevamos a rajatabla, no tenemos aglomeraciones ni colas. Esperemos que empecemos a recuperar lo perdido y hacer previsiones ya para las navidades».

Sobre la mejora de la actividad, Retamar hizo un llamamiento a la ciudadanía «en el sentido de que Badajoz es segura, que el centro comercial nuestro es seguro»; y dijo que «lo que sí pedimos es que las administraciones paguen todo lo que tienen pendiente con los autónomos y con las empresas, que tienen los pagos retenidos; que inyecten dinero a la sociedad, porque si la sociedad no tiene dinero, no va a gastar».

Estimó que «las ayudas son imprescindibles» tanto las autonómicas como las municipales; y del Estado, «que autorice a los ayuntamientos a hacer las obras civiles pendientes, las inversiones en la ciudad para que se genere empleo, porque la gente en cuanto empieza a trabajar o sabe que va a trabajar empieza a consumir».

Según Retamar, el parón «no repercute solo en el público local, si no de la provincia, de la región y de Portugal. Por eso la información debe ser clara, no meter miedo, sobre todo de cara al exterior, que parece que aquí estamos todos infectados», afirmó.