El local chapó de repente y en la puerta había un cartel que rezaba: «Cerrado por problemas eléctricos». Pero los clientes sabían que el motivo era otro: «Lo puse para no alarmar», asegura Juan Félix Durán Cacho, responsable de la céntrica cafetería de Badajoz, en el número uno de la avenida de Colón, que fue foco del segundo brote de covid-19 en la ciudad.

Ayer Durán Cacho quiso explicar lo ocurrido: «Es cierto que varios de mi compañeros camareros dieron positivo, con poca carga viral y todos asintomáticos, otros sin embargo no, pero por compartir jornada laboral tienen que guardar un confinamiento de 15 días. En 10 días, por tanto, después de desinfectar y una vez que los compañeros se realicen un segundo test y den negativo, volveremos a arrancar.

Por otro lado, ninguno de los compañeros de Carrefour (tiene otra cafetería en la galería comercial de la carretera de Valverde) ha dado positivo ni ha compartido espacio con los trabajadores de la calle Colon. Yo me he realizado la prueba y es negativa».