Desde que se inició el estado de alarma, Correos ha seguido funcionando porque está considerada actividad esencial. Desde entonces ha paralizado el resto de servicios y solo presta uno: el servicio postal básico público. ¿Qué es? Comprende el envío de cartas y tarjetas postales de hasta dos kilogramos de peso, los paquetes postales de hasta 20 kilogramos y los giros postales. También están incluidos los servicios de certificado y de valor declarado. Para llevar a cabo estos servicios mínimos la dirección puso en marcha un protocolo y anunció que solo estaría operativo «el personal imprescindible», el 22% de la plantilla a nivel nacional, las oficinas solo abren tres horas al día, de 9.30 a 12.30 horas y la distribución debe hacerse respetando la distancia de seguridad mínima de al menos un metro, es decir, que el trabajador, cuando haya recogido la información del receptor, debe dejar el envío en un punto al alcance del receptor.