La ciudad parece estar ganándole la batalla, al menos de momento, al virus. Así lo ha hecho saber esta misma mañana José Antonio Redondo, alcalde de Trujillo en su comparecencia semanal. En la ultima semana no se ha contabilizado ningún contagio y además, “se ha levantado el aislamiento en la residencia de mayores Santa Isabel”, el principal foco de contagio durante la pandemia, con lo que el edil ha confirmado que “estamos mejor de lo que esperábamos”.

Aun así, Redondo sigue apelando a la prudencia de los ciudadanos. “La situación es favorable, pero esto puede cambiar, sobre todo cuando se empiecen a abrir las fronteras provinciales”, ha señalado el alcalde. Por tanto, ha recordado la importancia del uso de mascarillas y de las normas que eviten la propagación del coronavirus.

Igualmente, ha subrayado que continuan las labores de limpieza y desinfección en la ciudad, esta semana, centradas espacialmente en los colegios, institutos, polígonos industriales, locales comerciales y cementerios, para los que se ampliará el horario de apertura, teniendo en cuenta la demanda de los vecinos, al igual que el parque de San Lázaro, que a partir de ahora estará abierto hasta las diez de la noche en vez de hasta las ocho de la tarde.

A lo largo de su intervención, el alcalde trujillano ha hecho especial hincapié en la seguridad de los ciudadanos de cara a las acciones que podrían llevar a cabo a corto o medio plazo como la apertura de las piscinas municipales o la reactivación del mercadillo de los jueves.

Con respecto a la primera cuestión, Redondo considera que hay que ser prudentes y que, a pesar de que se están llevando a cabo las obras pertinentes en las instalaciones, el ayuntamiento no prevé abrir, al menos, hasta julio, “si es que se puede marcar un objetivo”. En cualquier caso, ha asegurado que el uso de las piscinas no será el habitual, ya que, debido a la situación, habrá que plantear posibilidades para el acceso, basadas, por ejemplo, en la ampliación de franjas horarias.

En el caso del mercado de abastos, el alcalde ha abogado por la misma postura. “No podemos garantizar la seguridad de los vecinos”, con lo que, solamente se contempla la venta de productos frescos en el interior, pero en ningún caso, la de tejido o calzado que pueda implicar cualquier tipo de riesgo para los usuarios.