Tal y como habían advertido los expertos en epidemiología del Gobierno de Rusia, el número de contagios por coronavirus en el país sigue en ascenso y aún está lejos el momento en que se alcanzará el pico. Según las autoridades, en las últimas 24 horas se han contabilizado 774 nuevas infecciones, elevando a más de 3.500 la cifra total de casos.

Un total de 39 enfermos han fallecido. De las 80 regiones, repúblicas y territorios que forman la Federación Rusa, se han registrado casos en 76. Únicamente cuatro permanecen libres de la epidemia. Nikolái Briko, experto en pandemias del Ejecutivo, previno hace un par de días que solamente a finales de abril o principios de mayo comenzarán a descender los números epidemiológicos del país.

Con estos datos en la mano, más que nunca peligra la celebración del Día de la Victoria el próximo 9 de mayo, una fiesta sagrada en el calendario ruso, durante la cual el Kremlin, enfrentado a Occidente desde el 2014 debido a las guerras de Ucrania y Siria, ensalza y promueve los valores patrióticos entre la ciudadanía. La presidencia rusa ha anunciado para esta tarde una nueva comparecencia del presidente ruso, en la que podría hacer algún anuncio referido a esta festividad.

BAJOS PRECIOS DEL PETRÓLEO

Además, la combinación de la epidemia y los bajos precios del petróleo constituirán, a buen seguro, un fuerte golpe para la economía rusa. Según las primeras estimaciones, el PIB del país podría perder durante el 2020 entre un 3% y un 5% de su valor, un descenso superior al que experimentó en el 2014 debido a las sanciones internacionales y a otra caída en el valor en los mercados de su exportación estrella.