Cierre perimetral, toque de queda a las 22 horas y reuniones limitadas a cuatro personas. La Comisión de Salud Pública ha dado este jueves el visto bueno al plan presentado por el Ministerio de Sanidad para evitar una nueva ola de la pandemia tras la Semana Santa. Así, las regiones deberán mantener su cierre como mínimo entre el 26 de marzo y el 9 de abril, el toque de queda entre las 22 y las 6 horas y limitar las reuniones en interiores y exteriores a un máximo de cuatro personas. También se recomienda que los universitarios que estudian fuera de su comunidad no vuelvan a casa en las vacaciones y que se eviten «todos los viajes que no sean necesarios».

El documento aún debe pasar por el filtro más político. Su aprobación definitiva tendrá lugar el próximo miércoles 10 de marzo en el Consejo Interterritorial de Salud, en el que participan los consejeros autonómicos. En la Comisión de Salud Pública también participan las comunidades, pero a nivel más técnico, a través de los directores de Salud Pública. No puede descartarse que alguna comunidad insista en incluir modificaciones a este plan, pero estas no afectarán a buen seguro al cierre perimetral. A limitar la movilidad solo se opone frontalmente Madrid, que es, con Extremadura, la única autonomía de la Península que actualmente está abierta. Sin embargo, en el caso de la región, el consejero de Sanidad, José María Vergeles, sí se ha mostrado partidario de limitar la movilidad en el periodo vacacional y aboga por hacerlo además de forma coordinada con el resto.

La propuesta de la comisión incluye el compromiso de las comunidades autónomas de no bajar el nivel de alerta desde las dos semanas previas al inicio de la Semana Santa, «aunque los indicadores sean favorables». Por ello, se establece que no se podrán relajar las medidas restrictivas establecidas en ese momento. Sanidad argumenta estas propuestas en el hecho de que en Semana Santa todavía no se habrá vacunado a una proporción suficiente de la población para conseguir una reducción significativa del riesgo. Por ello, sostiene, las medidas no farmacológicas de control de la transmisión seguirán siendo las principales herramientas de salud pública para evitar otra ola.

Entre las propuestas, que serán trasladadas a las comunidades a fin de conseguir una respuesta homogénea, también está mantener el toque de queda entre las 22 y las 6 horas, y limitar las reuniones en espacios públicos o privados a un máximo de cuatro personas. Se plantea también la no celebración de eventos masivos «de cualquier índole» que impliquen aglomeración o concentración de personas, y se desaconseja «expresamente» la celebración de encuentros sociales en los domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes. Las ceremonias en espacios cerrados seguirán las normas de aforo según el nivel de alerta de cada región.

Por último, la comisión también considera «pertinente» hacer una campaña institucional para evitar «la relajación» de los comportamientos sociales.