El área de salud de Cáceres notificó ayer 22 nuevos positivos y cuenta con siete enfermos de coronavirus ingresados (ninguno está en la Unidad de Cuidados Intensivos). La situación no es, ni de lejos, la que presentaba la capital cacereña en los meses de marzo y abril, en pleno pico de la pandemia, cuando llegó a haber más de 200 hospitalizados a causa del covid y más de 30 personas en la UCI (en unos días se colapsó la del San Pedro de Alcántara y fue necesario utilizar las dos del Universitario -una de ellas se improvisó porque no estaba ni siquiera lista-). En cambio, debido la evolución del virus en las últimas semanas, la Consejería de Sanidad ha comenzado a preparar la maquinaria en los hospitales, para evitar precisamente que se repita la presión sanitaria que se sufrió hace unos meses.

Ante esta situación, en Cáceres se está poniendo a punto la octava planta del hospital San Pedro de Alcántara para aislar aquí a los ingresados por covid-19. Será la segunda vez que se habilite para este fin ya que también se abrió en marzo, al inicio de la primera ola de la pandemia. Entonces fue una decisión tomada de urgencia por la falta de espacio en los hospitales cacereños. De hecho el colapso fue tal que fue necesario dedicar hasta cuatro plantas de este centro hospitalario exclusivamente para pacientes contagiados; más el hospital Nuestra Señora de la Montaña, que reabrió también para descongestionar el San Pedro de Alcántara, donde se temió que faltaran camas.

A pesar de que los contagios siguen en aumento, a día de hoy no existe presión asistencial, pero Sanidad tiene listo ya un plan de contingencia para ponerlo en marcha en el momento en el que las condiciones sanitarias así lo exijan. Ese plan contempla la apertura de la octava planta del hospital San Pedro de Alcántara que, si bien no se abrirá por ahora, tal y como confirma Sanidad, sí se está preparando en previsión de que sea necesario a corto plazo. Se ha sometido así a una limpieza y se han reorganizado las plantillas de enfermería para dotar a esta planta del personal necesario para su atención. «El plan de contingencia por la pandemia covid-19 está en vigor y en él se contempla la apertura progresiva de plantas en los hospitales extremeños en caso de necesidad. A día de hoy no es necesaria la apertura de la octava planta del hospital San Pedro de Alcántara aun así, enfermería está preparada por si hubiera que hacerlo», aclaran desde el gabinete que dirige José María Vergeles.

De momento tampoco está en los planes de la Consejería reabrir a corto plazo el hospital Nuestra Señora de la Montaña, aunque la semana pasada sus instalaciones se sometieron también a una limpieza y desinfección; nada fuera de lo «habitual», según aseguraron desde Sanidad. No obstante, cuando se cerró este centro sanitario, a finales del mes de mayo, se decidió mantener la estructura y el mobiliario asistencial por si fuera necesario volver a utilizarlo. Fue un recinto clave en la primera ola de la crisis sanitaria porque ayudó a descongestionar el San Pedro de Alcántara y permitió dejar libre de covid al Universitario (los pacientes se concentraban en los otros dos; el nuevo solo tenía ingresados en las UCIs).

Nuevos itinerarios por el coronavirus

La pandemia ha obligado a replantearse la atención sanitaria que se presta. Así, además de los planes de contingencia elaborados para prevenir un colapso sanitario como el que se sufrió en la primera ola de la pandemia, sobre todo en el área de salud de Cáceres, que fue la más castigada de la comunidad autónoma, se han realizado modificaciones en los hospitales para garantizar la seguridad de los pacientes.

Estos cambios afectan principalmente al área de Urgencias, que fue la principal puerta de entrada de los contagio al principio de la crisis sanitaria. Ahora la mayor parte de los infectados se diagnostica a través de Atención Primaria, pero aún así se hace necesario reestructurar las Urgencias para garantizar una mayor seguridad a los pacientes, tanto positivos como negativos.

Así, lo primero que se ha hecho en el hospital San Pedro de Alcántara ha sido construir un nuevo acceso para los pacientes pediátricos, que antes compartían la misma entrada con los usuarios adultos. Ahora acceden por una galería ubicada a la izquierda de Urgencias que les traslada directamente hasta la sala de espera de Pediatría.

Además de esto, se va a llevar a cabo una obra para dotar a este servicio de Urgencias de un circuito covid. La adecuación afectará a las salas de triaje y admisión (esta última ubicada en una marquesina acristalada anexa al edificio) y a las dependencias en las que esperan los pacientes para ser atendidos. El objetivo es poder separar a los enfermos de coronavirus de los que no lo están.

La obra conllevará la construcción de una nueva sala de espera, por lo que el hospital pasará a tener tres (una de ellas situada justo a la entrada a la izquierda y las otras dos ya en el interior del edificio). Para ello será necesario reubicar las salas de triaje y admisión, que estarán ahora en el exterior, en una nueva marquesina (se eliminará la actual) que se va a levantar en el espacio en el que actualmente paran las ambulancias. La obra, que ya ha salido a licitación, deberá estar lista en un mes y medio, a contar desde que se formalice el contrato. Y costará 111.700 euros.