El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha inmovilizado una partida de mil mascarillas del fabricante Garry Galaxy porque «funcionan como mascarillas quirúrgicas pero al parecer no son eficaces como FFP2». Se trata del modelo N95 que ha distribuido el Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas, y que finalmente han sido retiradas después de que el Ministerio de Trabajo y Economía Social haya avisado de que no cumplen con la normativa europea.

Según ha informado este sábado el sindicato CSIF, estas mascarillas han sido distribuidas en los hospitales de Cáceres, Badajoz, Don Benito, Plasencia y Navalmoral de la Mata. Denuncia que el personal que las ha utilizado ha estado “gravemente expuesto” al contagio de covid-19 “al haber estado muy cerca de los pacientes con la enfermedad y creyendo que estas mascarillas les protegían”. Por ello, el sindicato solicita a la Consejería de Sanidad se que realicen test de diagnóstico PCR a todo el personal que las haya utilizado, así como a las personas que hayan estado en contacto directo con estos profesionales para conocer en qué situación se encuentran realmente. CSIF recuerda que son ya 409 los profesionales sanitarios que se han infectado de coronavirus en Extremadura y dice “no comprender” cómo la Administración ha enviado a profesionales que están en primera línea de lucha frente a la pandemia con un material que no garantiza su protección y la de las personas a las que atienden.

Frente a estas críticas, fuentes de la Consejería de Sanidad aseguran que la distribución de estas mascarillas en la región "ha sido escasa" y toda la partida ha sido inmovilizada (unas 1.000 enviadas por el ministerio) y retiradas las distribuidas. Apunta además que «no hay constancia de que las haya utilizado personal sanitario en actuaciones de riesgo» y señala que en el caso de que algún profesional comunique su uso, se aplicará el protocolo marcado por Salud Pública.

Instrucciones en chino

El dictamen del Ministerio de Trabajo sobre estas mascarillas se ha producido tras un análisis solicitado por el Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell, que ha revelado que las mascarillas, de procedencia china y que iban con un envoltorio de color verde, no cumplen con ninguna clasificación indicada en la norma 'UNE-EN 149:2001+A1:2010', que es la que rige las medias máscaras de protección contra partículas. De hecho, a los 3,5 minutos sufren filtraciones, por lo que el personal que las lleva queda desprotegido.

El embalaje de estas mascarillas, según ha informado el departamento ministerial, lleva marcado N95 y código de barras 6 972306 630042, pero todas las instrucciones están en chino. Se trata de una mascarilla autofiltrante, plegada, con pinza nasal, con arnés de cabeza consistente en cintas elásticas que pasan por detrás de las orejas, como se puede ver por los dibujos del embalaje. Los profesionales las utilizan, señalan fuentes sindicales, "hasta que se rompen o se deforman" por la falta de material de la que adolecen. Además de Extremadura, también se han distribuido en el Servicio de Salud de La Rioja y en hospitales de Castilla La Mancha, Aragón y Cataluña. No es la única vez que España ha de retirar material del protección del mercado, material que además ha sido pagado antes de ser recibido. Ya ocurrió con los test rápidos que se compraron a una empresa también china y que tuvieron que ser devueltos al examinarse las primeras unidades.