Los comerciantes cacereños han protestado de nuevo esta mañana en la calle San Pedro de Alcántara a la espera de que la Junta decida hoy si se mantendrá el cierre de comercio o podrán retomar mañana la actividad. Una treintena de comerciantes han participado en la cacerolada diaria que mantienen desde el pasado jueves, cuando se inició el cierre del comercio no esencial en la ciudad y otras 16 localidades de más de 5.000 habitantes en las que se superaba una incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes. Allí una de las comerciantes afectadas, Lourdes Mateos, ha denunciado con un megáfono la situación a la que está abocado el sector si no se les permite retomar la actividad. “Si seguimos cerrados, vamos a cerrar”, ha dicho.

En la última semana han bajado la persiana de forma definitiva dos negocios de esta calle. "No me salen las cuentas y prefiero cerrar ahora antes de llegar a una situación en la que no pueda más. Me toca reinventarme", afirma Ana Santos de la tienda de moda Blackhole. El 5 de enero fue su última jornada de actividad.

El comercio cacereño ha unido fuerzas con los colectivos de otras ciudades de la región para reclamar a la Junta que se flexibilicen las medidas que les impiden trabajar.

“Sabemos y respetamos la situación que tenemos lo que pedimos es que podamos abrir el comercio como hasta ahora, respetando todas las normas sanitarias que nos han indicado”, ha señalado la presidenta de la asociación Astoria, Ana Rodrigo. Plantean horarios restringidos de mañana o con cita para limitar la actividad. "Si no quieren que la gente se mueva, que su mensaje sea más claro", ha reclamado también a la Junta de Extremadura.

Los comerciantes agradecen la actitud responsable de todo el sector y le apoyo de la ciudadanía y piden también “que nos ayuden a levantarnos cuando podamos abrir” ha reivindicado. “Nos han cerrado una semana, pero si esto se prolonga, muchos comercios van a tener que cerrar”, ha señalado Rodrigo.