Tesla culmina el mejor período de su todavía breve historia consiguiendo, contra pronóstico, beneficios por primera vez en un primer trimestre. La firma capitaneada por Elon Musk ha conseguido ganancias en otros trimestres del año pero nunca en el primero. Tras unos meses en los que su valor en bolsa se ha disparado, los analistas esperaban pérdidas para el período de enero a marzo de 2020, principalmente por la incidencia del coronavirus.

No obstante, la marca presentó 16 millones de dólares de beneficio neto, unos 14,8 millones de euros, y unos ingresos cercanos a los 6.000 millones de dólares gracias a las más de 88.400 entregas que asegura hizo durante los tres primeros meses del año. El margen operativo alcanzó el 4,7% remontando desde el -11,5% del mismo trimestre del año 2019 y su ebitda fue 951 millones de dólares, un 514% más.

Tras presentar sus cifras, su valor en bolsa apunta a un nuevo impulso tras crecer un 9% en las horas previas a la apertura del jueves 30 de abril. Analistas apuntan que podría alcanzar los 870 dólares por acción. Hace seis meses su valor nominal rondaba los 250 dólares.

Según la marca, produjo entre enero y marzo 102.672 unidades, un 33% más respecto al año pasado, mientras que sus ventas alcanzaron las 88.496 unidades, un 40% más, desglosadas en más de 76.200 unidades del Model 3 y su nuevo SUV Model Y y 12.000 de sus Model S y Model X. Asimismo, también instaló 1.917 superacargadores, aumentando su red en un 29%.

Un modelo consolidado

Tesla tiene a su favor que su canal principal de venta es online, canal que ha promocionado desde el mismo momento en el que empezó a vender el Model S y el Model X. De hecho, cuando un comprador acude a una tienda de la marca, la configuración que realiza junto a un asesor se produce en la misma plataforma digital que podría estar usando en casa. Gracias a este modelo de negocio, que también permite establecer un punto de entrega concreto, Tesla pudo mantenerse a flote pese a tener que parar sus plantas de China primero y California después y cerrar sus tiendas. Pese a todo, la firma de Elon Musk admitió que no puede prometer mantenerse en la senda de los beneficios y evitó lanzar previsiones ante la incertidumbre del Covid-19, aunque sí mantuvo su objetivo de entregar medio millón de unidades al cierre del año.

Expertos y analistas consideraron a medios económicos estadounidenses que Tesla ha mostrado que ya es una marca consolidada y que probablemente por su modelo de negocio sea más resistente a la pandemia que el de otros fabricantes. "Pero más resistente no quiere decir inmune", advirtió Karl Brauer en Kelley Blue Book. "La historia de éxito de este trimestre será difícil de repetir", sentenció.