La escuela municipal de música finalizó el curso con la tradicional audición a cargo de los alumnos que en esta ocasión compartieron protagonismo con Ramón Vicente, concejal de Educación que se despedía después de cuatro años al frente de esta delegación.Y es que este año la Asociación de Amigos de la Música ha querido realizar un reconocimiento a la labor de Vicente, entregándole "un símbolo en clave de sol ", como explico su presidente Antonio Baena.El acto celebrado en la Casa de Cultura sirvió para reunir a todos aquellos que están involucrados en la actividad musical del municipio y dar fe de que el aprendizaje musical en la zona va ganando adeptos cada año a pesar de que aún son muchas las cosas que se pueden hacer para mejorarlo. A la principal necesidad de la escuela se refirió Vicente en su intervención lamentando que durante estos años no se haya conseguido que Navalmoral cuente con un edificio para albergar esta enseñanza, que durante el curso se imparte en el Colegio público Campo Arañuelo, a pesar de reconocer que durante la legislatura se ha incrementando el presupuesto destinado a la Escuela. INCREMENTO DE MATRÍCULASSiete profesores y 115 alumnos finalizaron el curso un número que según explica el director de la Escuela Juan Sebastián García Caminos aumenta cada año. El instrumento que más demanda tiene entre los alumnos es el piano y la guitarra, porque explica "son los que más se conocen ". No obstante, indicó el director, este curso se han promocionado de forma especial los instrumentos de viento -flauta, trompeta, clarinete y saxofón- y además "se han dado clases de tuba, bombardino y otros instrumentos graves de metal, que pertenecen a la banda de música ". Tres han sido las audiciones oficiales que han realizado los alumnos además de las actuaciones ofrecidas por la banda. "La actividad musical es muy grande y parece que está en el ánimo de todos tener una escuela propia, un edificio único porque se podría mejorar con una escuela independiente que tenga identidad propia ", añade.