Jose María González Mazón, presidente de Adenex, la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, entidad que este año cumple su 25 aniversario, nació en la provincia de Burgos en el año 1953.Desde hace veinte años vive en Navalmoral, por cuestiones laborales y familiares, y reconoce que lo que, en principio, fue un "destino pasajero" se convirtió en "su vida". El primer año en la región conoció la asociación en unas charlas que se realizaron en el Instituto Zurbarán y comenzó a colaborar como socio. Su implicación fue creciendo desde trabajar en la sección de educación medioambiental, pasando por el grupo de urbanismo a su labor actual en la que preside este colectivo y coordina el grupo de energías desde hace cuatro años.De su extenso curriculum destaca que estudió Ingeniería Técnica de Obras Públicas en la especialidad de Hidráulicas y Urbanismo en Francia, además de obtener la licenciatura de Filosofía y Letras. Actualmente imparte orientación laboral, relaciones humanas y medio ambiente en el centro de Formación Agraria de Navalmoral. Mañana Adenex entregará en Mérida sus premios 2002. ¿Quiénes son los galardonados este año?Una asociación pionera en España en la agricultura biológica y alimentación sana y además creadores de la gran feria de Bio Cultura Vida Sana. Este premio se propuso en la asamblea general porque estamos trabajando con la idea de crear la primera feria de Agricultura biológica que consiga reunir a productores, transformadores y consumidores. Otro de los premios va destinado a una asociación que se distingue por sus valores humanos La Asociación Extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui. Adenex va a intervenir en proyectos de cooperación y seguimiento de trabajos agrícolas, como ya lo ha hecho en Perú. Y el tercero será para Rivas Martínez, el descendiente de una saga familiar extremeña, pioneros en trabajos científicos y de investigación en ciencias naturales y, sin embargo, son los grandes olvidados y desconocidos en su propia tierra. ¿Cómo ha sido la evolución de Adenex a lo largo de estos 25 años de existencia?Ha variado mucho aunque la esencia se mantiene. Desde sus inicios tuvo unos objetivos que van más allá de la mera defensa de las aves. Siempre ha estado entre sus prioridades la defensa del patrimonio cultural, la lucha antinuclear y los valores humanos. ¿Hace 25 años existían otras asociaciones ecologistas?Adenex estaba sola. Ahora hay muchos grupos aunque la mayoría son de ámbito local y nos encanta que así sea para poder ser más plurales. También la administración ha empezado a tomar parte en distintos campos. El mayor cambio comenzó en los años 80 cuando se crea un grupo denominado Valores humanos. Adenex ha salido muchas veces diciendo no, pero siempre ha propuesto alternativas. Es una asociación más creativa que destructiva y eso es lo que le ha hecho mantenerse en el tiempo, con nuevos socios. Vamos a centrarnos un poco más en su aportación como presidente de esta asociación. ¿Cuál es su mayor satisfacción: el tiempo que dedica a Adenex, a sus investigaciones o a sus alumnos?Yo creo en cada cosa que hago e intento sacarle la parte positiva. Siempre hago muchas cosas, no una sola pero intento buscar la interrelación porque la riqueza está en la diversidad. Parece que no es de los que cree en la máxima que dice 'el que mucho abarca poco aprieta'?No, porque no intento abarcar. Busco en lo diverso hacer lo que no está hecho, por lo que para conseguirlo no puedo ir por un solo campo. Ha estudiado Obras Públicas en la especialidad de urbanismo y es usted un amante de la naturaleza. ¿Es compatible?Sí, porque la ecología nace en la ciudad. Nace de gente que se da cuenta de lo que ha perdido, nace de personas que ven que la vida en la urbe no le ofrece ni el aire ni la libertad de los espacios abiertos. Una última curiosidad: ¿es usted vegetariano?No lo soy, pero intento comer la menor carne posible, por salud. Esta semana le hemos visto leyendo un manifiesto en contra de la guerra. ¿Confía en que aún se puede evitar el conflicto bélico?Evidentemente no, no se puede evitar pero la sociedad civil del mundo entero ha dado un paso histórico para la humanidad negando toda guerra como solución a un conflicto.A partir de ahora, por fin, el pacifismo se vuelve activo.