Estamos en carnavales o no, donde se pueden dar todas las facetas de la vida reales o irreales, en esa eclosión de color y música, semblantes alegres desconocidos y bromistas se puede decir ese despipote juerguista, siempre según mi experiencia con el respeto a los demás, eso deben ser los carnavales. Quién no ha pasado ya unos cuantos y en las diferentes edades, aunque cuando yo era niño hablaban de esa fiesta como algo que sucedía hacía tiempo. Mi niñez no tuvo carnavales. ¿Quién tiene la culpa? que más da. Hoy en el 2003 y en carnavales para vivir y disfrutar cada uno lo mejor que pueda, ¡Ojalá todo el mundo pudiera tener esa alegría y olvidar esas amenazas que se ciernen sobre la humanidad. Como nota triste, el hecho de que de la alegría o tristeza de las personas alguien siempre saque beneficios personales. Pero penas a un lado en estos días la alegría tiene que reinar, salir a la calle y divertirse. Observar como el niño mira las charangas y disfraces como algo nuevo. Observar al joven que lleno de alegría sorprende a chicos y mayores con su derroche de imaginación. Disfracémonos, pasémoslo bien y felices juergas.