Este gallego nacido en Ares (La Coruña) se estableció con su familia en Navalmoral hace dieciocho años. En esta población han crecido sus hijos y echado raíces. Trabaja en la Central Nuclear de Almaraz y su afición a la naturaleza se remonta a la infancia.

Se declara un enamorado del paisaje extremeño, cuyas dehesas considera "uno de los mejores lugares para ver correr las liebres durante metros y metros sin que te las oculte la maleza", y disfruta madrugando los fines de semana para salir a recorrer y explorar estos campos que tantas curiosidades ofrecen a aquél que tenga el afán de observarlos con detenimiento. Posee amplios conocimientos sobre micología y orquídeas, que le han permitido colaborar con diversas publicaciones especializadas, y dedica la mayor parte de su tiempo libre a realizar un seguimiento de las diversas especies que existen en la zona.

¿Cuándo nace en usted la afición por el estudio de las orquídeas?

Siempre me interesaron las plantas; la botánica es fascinante, pero fue un gran amigo, Fernando Durán, el que me puso en contacto con este mundo tan fascinante y particular, que tantos y variados ejemplares ofrece en Extremadura. Antes, era cazador, y cambié mi escopeta por la cámara fotográfica para inmortalizar estas flores, a las que considero de las más bellas y enigmáticas.

¿Qué método utiliza para su localización?

Hay que pasear muchas horas y observar con detenimiento; sobre todo, tener muchísima paciencia y poner ilusión en la búsqueda. Normalmente sueles intercambiar datos con otros aficionados que te permiten tener un conocimiento más amplio sobre el tema en general y la situación de las plantas en particular.

Es usted miembro de la Sociedad Micológica Extremeña, ¿qué labores desarrolla esta asociación?

Esta sociedad existe hace veinticinco años y desde hace unos seis cuenta con una veintena de asociados en Navalmoral. En estos momentos el grupo está muy activo en lo que se refiere a la localización de setas y orquídeas. Solemos organizar unas jornadas en otoño que tienen muy buena acogida por parte del público, ya que procuramos traer a buenos conferenciantes. También participamos en el boletín que se edita anualmente, hacemos salidas al campo y tenemos en proyecto compartir experiencias con sociedades de otras provincias como Galicia o Salamanca.

¿Cuál es su principal preocupación?

Existe en la asociación un gran interés por proteger la variedad Orphys almaracensis, que es una verdadera joya botánica y que, en la Península Ibérica, sólo se puede contemplar en las calizas de la localidad de Almaraz. Esta flor está sufriendo un gran expolio por parte de los coleccionistas y debería gozar de una mayor protección, pues no suelen tener mucha vida si se les priva de su hábitat natural. Aunque estamos muy satisfechos por la gran cantidad de ellas que han florecido este año -esto significa que la especie prospera satisfactoriamente -debería sacarse una ley que obligase a respetarlas.

¿Existe, entonces, en Almaraz una colonia importante de orquídeas?

Sí, el cerro que hay entre Almaraz y Valdecañas es posiblemente una de las zonas de Extremadura donde existen más variedades concentradas en poco espacio. Puede ser considerada la colonia más importante de la Orchis Itálica, también llamada 'flor del hombre desnudo' e incluso hace tres años se localizó una seta que ha sido calificada como nueva para la ciencia por el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Gabriel Moreno.

¿Ha realizado usted otro tipo de estudio sobre plantas o animales?

He dedicado tiempo a estudiar y fotografiar a la procesionaria del pino y una pequeña seta relacionada con esta oruga que aparece en los pinares de Jarandilla. El resultado ha sido interesante y bonito.

¿Comparte su familia la afición?

Pues, afortunadamente, sí. Mi mujer me acompaña siempre que puede al campo y damos largos paseos. Es una suerte que comparta mi curiosidad porque así puedo dedicarle todo el tiempo que necesito. También mi hijo participa en foros y siente interés por la naturaleza y la fotografía. Incluso mi nieto, Jairo, con su corta edad, es un gran entusiasta, ya que pasa muchos ratos conmigo viendo cómo manipulo mis apuntes. Para mi satisfacción una de sus primeras palabras fue 'seta'.¿Cuál sería la mayor compensación a su dedicación y esfuerzo?

Mi mayor ilusión sería descubrir una orquídea nueva, aunque me contento con observar las ya conocidas.