José Antonio Maestro Mogena acaba de llegar a España tras una estancia en Irak de dos semanas, en el transcurso de los cuales junto con sus compañeros de expedición ha hecho reír a pequeños y mayores con el fin de que se evadan al menos por un momento de su triste y cruel realidad. Y es que por las calles de Bagdag aún transita el fantasma de la muerte. La estirada sombra de la guerra priva del calor de la justicia a todos sus habitantes, muchos de los cuales encuentran en esta significativa acción un gran apoyo emocional. Según Maestro Mogena, de esta expedición se han beneficiado unos 5.000 niños. Han representado 16 actuaciones en orfanatos, escuelas, hospitales, campos de refugiados y una, en la calle. ¿Qué tenía de especial esta expedición Se han hecho otros viajes, pero ninguno como éste. En ninguno estaba el final de la guerra tan cerca. Ha sido incluso una experiencia nueva para Payasos sin Fronteras. Hemos necesitado de una preparación especial, ya que no se contaba con logística allí. Imagínate encontrarte una ciudad como Bagdag, de seis millones de habitantes en un caos absoluto, sin electricidad en las casas, sin agua, sin agentes de tráfico,... es la ley del más fuerte. Nos contaban que desde el final de la guerra hasta ahora habían muerto 500 personas por vandalismo. de hecho los militares americanos aun están llevando a cabo ataques contra focos de guerrillas iraquíes que no acaban de ser disueltos. De hecho por las noches aun se oyen disparos. Los militares se han ocupado mucho de su seguridad, pero no de la seguridad en la calle. Los hospitales están abarrotados de gente, ya no tanto de la guerra, pero sí de las consecuencias directas de ésta. Había muchos niños con miembros amputados tras explotarles minas y bombas con las que jugaban. Por ejemplo, para cocinar no hay gas y cocinan con un derivado de gasolina, con el peligro que ello conlleva y muchas cocinas y casas enteras salen ardiendo. Todavía hay muchas secuelas. ¿Cómo era el recibimiento y la reacción de los niños al ver entrar un payaso en el hospital o en el orfanato? Cuando llegamos a zonas en conflicto, donde la gente está muy deprimida, normalmente al payaso se le mira con cara un poco rara. Como que no tienen muy claro que es lo que hacemos exactamente y te dicen: "Venga, hacer la actuación a ver lo que pasa ". Normalmente la gente se muestra después muy agradecida, como nos pasó en Irak con un campo de refugiados palestinos, donde habían recibido de todo menos apoyo emocional. Nuestra actuación sirvió para que todos los niños se evadieran al menos durante una tarde de su realidad. ¿De todos los momentos vividos, con cuál se quedaría? Hay un momento muy emocionante. En uno de los hospitales iba una niña de unos cuatro años en brazos de su padre. Esta niña acababa de salir del quirófano y llevaba uno de sus manos amputadas. Entonces me acerqué a ella y le regalé una naricilla de payaso y la niña, con la otra mano, se la puso a su padre. Esto hizo que el padre se riera y que la niña también sonriera... (Mogena se emociona visiblemente). De verdad, que solo por este momento me parece que todo el esfuerzo que ha supuesto esta expedición ha merecido la pena. Hay muchos más momentos especiales pero éste es el que personalmente más me llegó. ¿Que tal se encuentra del estómago? La verdad es que casi todos estuvimos pachuchos durante la última semana. Posiblemente sea del agua, ya que no siempre teníamos agua embotelladas, y parece ser que por allí el agua tenga amebas o algún tipo de parásitos. Estoy esperando los resultados de unas pruebas y estoy mejorando. Realmente fue una aventura ir casi sin apoyo logístico a Bagdag, con la guerra tan cerca... Pues sí. Además, para Payasos sin Fronteras ha sido también todo un reto. Como detalle curioso te diré que en los papelotes que nos daba PsF con contactos por si te desconectas del grupo a que teléfono debes llamar, algunas cositas de seguridad, etcétera, y al final del papelote decía algo así como que el miedo es libre. Si en algún momento de la expedición se siente acorralado, siente miedo,... está en todo su derecho para darse la vuelta y sin ningún problema. Y claro, cuando aún en España lees esto pues te da que pensar. Pero finalmente todo salió a la perfección. ¿Cuándo marchará con otra expedición de este tipo? Uy, de momento tengo que descansar y recuperarme. La próxima ya veremos, cuando pase algún tiempo. Seguramente sea por Centroamérica.