Cuando quedamos con alguien siempre se da la hora y el lugar para ello, pero también existen unas 'listas de espera', y la esperanza de poder caminar pensando que alguien vela por ti, y más si se trata de tu salud. Pongámonos en la piel del ciudadano cuando tiene que examinar sus problemas físicos y te apuntan como un pobre desgraciado para obsevarte el día que ellos consideren oportuno. Sobre todo esto las quejas son continuas, pero seguimos igual que hace una o dos décadas. El pago de la mensualidad de la Seguridad Social, si no pagas en su día, el 20% no te lo quita ni el párroco de tu pueblo, te castigan por no pagar en su fecha y hacen de tu enfermedad lo que les plazca, la pregunta: ¿esto es Sanidad y Seguridad Social?, o por lo contrario me pagas y encima mando en ti, "realmente esto no es formal". Otra aterrante fórmula para discriminar al contribuyente de sobra sabido Régimen general de autónomos, uno con atributos y el otro el feo de la película aunque se observa la poca impaciencia de caminar pidiendo un trato más homogéneo de lo que no cobran paro hasta los quince días, no les abonan las bajas por enfermedad, y para terminar quedarles una paupérrima jubilación. Lógicamente es el pagano público de los del régimen general, unos tienen grandes atributos y otros 'a pagar'. Conclusión: ¿no sería mejor apuntarte a una mutua médica que cuando te hospitalizan te pagan tus días de baja y con lo que sobra abrir un plan de pensiones? Al gobierno se le pondrían los pelos de punta pues la recaudación les mermaría bastante, pero nadie se mueve, todo son críticas y lloros. Mientras la unión no haga la fuerza, el contribuyente autónomo que no discrepe. Las asociaciones y gobiernos municipales deberían preocuparse más sobre estos temas.