Que deprisa pasan los años y cuantas veces nos decimos: "parece que fue ayer ". Este verano he tenido la oportunidad de estar unos días a solas con mis nietos, sin sus padres, ¡Qué felices nos sentimos los abuelos cuando tenemos a los pequeños con nosotros! Tal vez recordamos lo felices que nos hicieron nuestros hijos, tal vez sea porque nos damos cuenta que nos hemos hecho mayores, de una manera o de otra, en mi caso me siento tan feliz con mis nietos como lo fui con mis hijos.No nos damos cuenta de lo pronto que se hacen mayores, pues cuando nosotros éramos pequeños, parecía que el tiempo transcurría más lentamente, pues no teníamos televisiones, ni ordenadores, ni clases de inglés, ni tantos deportes como los niños tienen ahora. Nuestra niñez estaba en la calle centrada en disfrutar con aquellos juegos sencillos y tranquilos. Nosotras, las niñas jugabamos a las casitas con los cacharritos y hacíamos la comida y vestíamos a nuestros muñecos. Cuando ibamos siendo mayores, las madres y abuelas nos sentaban a su lado y nos enseñaban a coser, hacer ganchillo, bolillos y a bordar con el tambor. DISTINTAS GENERACIONESMuchas veces nos sentaban a su lado para ayudar a enhebrar la aguja a las personas mayores que no andaban bien de la vista y todas las vecinas vigilaban a los más pequeños. Ahora desde que son bebés se los lleva a la guardería, se los pone en el colegio y su tiempo libre se ocupa con clases particulares, cursos de cualquier cosa, entrenamientos de fútbol, tenis y no se cuantas cosas más.Los muchos deberes que tienen a diario, para llevar al colegio al día siguiente, desde su infancia les hacen parecerse a los robots. La vida hoy en día lo impone así, todo ha cambiado tanto que no se parece nada a la vida de antaño. Por eso os digo que nuestros pequeños tienen tantas ocupaciones que los niños se hacen adultos antes que los niños de ayer y cuando nos queremos dar cuenta han dejado atrás lo más hermoso de la infancia.Es una pena que no podamos disfrutar con ellos tanto cuanto quisiéramos, son tan hermosos sus "pachucheos ", sus ocurrencias y los golpes que tienen tan graciosos, que los abuelos jugamos con ellos y hacemos todo lo que nos piden, por eso he sido tan feliz estos días con mis nietos y mi tiempo ha sido solo suyo y nada más.He recordado aquellos días ya tan lejanos a otra niña y otro niño que me hicieron soñar con un gran futuro.Otro punto a tener en cuenta y que marcaba la infancia de los niños de ayer sin darnos cuenta es que teníamos una gran seguridad que nos permitía jugar por nuestras calles, puesto que por aquel entonces los coches que existían eran una minoría en Navalmoral.Los portones de las casas siempre estaban abiertos y los chicos salían y entraban con toda libertad, además siempre había algún vecino sentado a su puerta en la silla de enea y se convertía en vigilante de los juegos infantiles.Éramos niños de la calle y ahora son niños de la vida moderna --llenos de ocupaciones--. Dejemos que puedan disfrutar más de su tiempo ahora que su edad se lo permite.FIESTAS DE LA PATRONAUn año más tenemos encima la fiesta de la patrona de Navalmoral, la Virgen de las Angustias, los barrios al igual que el año anterior están preparando su fiesta. Los mayordomos llevan mucho tiempo con todos los preparativos necesarios, para que a la hora de trasladar la imagen a la iglesia grande no la falte a la Virgen ningún detalle y el día 6 de septiembre con toda devoción empezaremos la novena que como un año más estoy segura será muy hermosa.