El Patronato de la Fundación Concha homenajeó a la figura de su mecenas y benefactor, Antonio María Concha y Cano, el pasado viernes con motivo del bicentenario de su nacimiento. Los actos se celebraron en el patio de las céntricas escuelas entre cuyas paredes la mayoría de los adultos de Navalmoral, entonces niños, aprendieron sus primeras letras.Un discurso del presidente del Patronato, Carlos Zamora, hizo hincapié en la relevancia de esta figura intelectual y humana que tanto benefició a la población con su legado y mostró la disposición de esta asociación a perpetuar la herencia de este moralo de adopción, que tanta importancia le dio a la cultura. Posteriormente hubo una ofrenda floral y una actuación de la coral Amigos de la Música ,que participó desinteresadamente y deleitó a los asistentes con dos temas de su repertorio.EXPOSICIÓN ETNOGRÁFICAQuedó abierta al público en este día una exposición etnográfica con objetos de la época en que nació y vivió Antonio Concha que particulares han cedido para la ocasión y se anunció el propósito de crear una Exposición Museográfica Arqueológica permanente dedicada a la arqueología e historia de las comarcas del Campo Arañuelo, la Jara y los Ibores. Además se convocó un concurso de fotografía cuyo tema es "Leer es vivir ".Concha y Cano nació en Plasencia y fue político demócrata y republicano. Su actividad le llevó a ostentar cargos de gran responsabilidad y a relacionarse con personajes relevantes del momento como Salmerón, Presidente de la Primera República. Tras unos años exiliado en el extranjero, regresó a Extremadura y eligió el pueblo de Navalmoral para instalar su residencia. Su profundo interés e inquietudes en temas de educación hizo que en su testamento legase los fondos suficientes para crear escuelas de párvulos con la pedagogía más avanzada de la época, que servirían de ejemplo y una biblioteca municipal que cuenta con un importante fondo bibliográfico, compuesto por ejemplares de los siglos XVII, XVIII y XIX.