Las referencias históricas sobre las fuentes medicinales y manantiales con propiedades curativas son numerosas y se remontan a épocas lejanas en el tiempo, cuando los romanos habitaban Extremadura. Interesantes hallazgos ponen de manifiesto la importancia que se le daba entonces a las virtudes de las aguas termales como remedio natural para solucionar los problemas físicos. Aún se conservan en esta comunidad importantes estructuras, inscripciones y restos arqueológicos que declaran su fama y muestran una importante infraestructura que permitía su explotación como baños públicos e incluso como zona de recreo. Aunque hubo periodos en que cayeron en el abandono, sucesivas culturas fueron recuperando las antiguas costumbres e instalaciones para su uso y disfrute. En la actualidad, tanto Cáceres como Badajoz cuentan con balnearios cuya fama ha traspasado nuestras fronteras y que poseen una amplia oferta destinada a la salud y el ocio de sus visitantes. Situados en entornos naturales de extraordinaria belleza, constituyen una opción importante para todos aquellos que tengan problemas de salud o que simplemente busquen hacer un paréntesis en sus vidas cotidianas para descansar y relajarse. De hecho, es cada vez más el número de jóvenes que los eligen como opción para pasar las vacaciones y beneficiarse de sus propiedades. Combinando el sabor de lo antiguo con las modernas técnicas Alange, Baños de Montemayor, el Raposo, Fuentes de El Trampal, el balneario de Brozas o el de Valdefernando se han convertido en lujosos hoteles llenos de encanto que reciben numerosa clientela independientemente de la época del año.

ANALÍTICA

Los diversos análisis a los que han sido sometidas confirman que las aguas poseen importantes propiedades terapéuticas que mejoran las afecciones del aparato locomotor, respiratorio, del sistema nervioso, circulatorio, alergias y al mismo tiempo, estos centros proporcionan una puesta a punto y ayudan a la recuperación de las lesiones. El Balneario del Raposo ofrece además baños de lodo, que son los que dieron lugar a su nacimiento en el último tercio del siglo XIX. Maria Isabel Moro, propietaria de 'El Borbollón', tiene en su poder un certificado en el que en base a un análisis que se mandó realizar, se incluyen las propiedades y componentes del agua que mana de su finca y explican el porqué de sus cualidades y beneficios para la salud. El romántico ambiente de los balnearios, que estuvieron tan de moda a principios de siglo, ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones y lo que antes era un privilegio para gente adinerada se ha convertido hoy en día en una alternativa al alcance de todos los que lo deseen independientemente de que sufran cualquier tipo de dolencia.