Retener los gritos, manteniendo el autocontrol, durante el parto, puede ser contraproducente, ya que ello no permite a los músculos relajarse como es debido. Sin embargo, dejarse llevar por los chillidos y los gritos desesperados, tampoco parece la solución adecuada: gran parte de la energía útil se dispersará en movimientos equivocados que entumecen los músculos más útiles en el parto.Entonces, ¿qué hacer?. La solución es muy fácil: ¡cantar! Sí, porque un correcto uso de la voz ayuda a la mamá a concentrarse mejor, a distraerse de la angustia que viene unida al parto e, incluso, a posibilitar la salida del niño. Veamos cómo.Ser la protagonista de tu propio parto y no sufrirlo de forma pasiva, delegando todo el control a los médicos, constituye un objetivo importantísimo, y esto es lo que se aprende, entre otras muchas cosas, en los cursos de educación maternal o de preparación al parto.Esta meta requiere una preparación específica que debe implicar a la mente y al cuerpo en proporciones iguales.Si bien los objetivos son comunes, las modalidades varían. pero, sea cual sea la técnica enseñada, todos los cursos prevén tres momentos, dentro de la misma clase o en fases diferentes del curso.En primer lugar está la parte informativa, en la que se abordan temas como el desarrollo del feto y las técnicas de control de su salud. Además se tratan la interpretación de las señales que envía el niño a la madre desde el útilero, la descripción de las diferentes fases del parto y las indicaciones básicas para asistir al recién nacido desde un punto de vista físico y psicológico.La parte práctica, dedicada a la enseñanza de la técnica preseleccionada, se utiliza principalmente como entrenamiento autónomo, "stretching", ejercicios acuáticos, etc.Y por último, una parte teórico-psicológica, que se lleva a cabo mediante charlas en grupo, en las que las mujeres intercambian sus experiencias personales durante esta etapa de sus vidas.EL "STRETCHING"El "stretching" es una gimnasia "dulce" basada principalmente en el estiramiento, la distensión de los músculos y los ejercicios que dan movilidad a las articulaciones, al tiempo que resulta relajante y sirve para atenuar el estrés. Este método pone el acento en la preparación física como premisa para afrontar un buen parto y la técnica se basa en el reconocimiento de los propios músculos, para llegar a controlarlos y utilizarlos en función de las distintas fases del embarazo y del parto.PREPARACIóN EN EL AGUAEn este tipo de gimnasia realizada en el agua el movimiento es más armonioso y menos cansado, especialmente cuando la barriga está por medio. Las finalidades son análogas a las del "stretching": prepara a la gestante para sentir bien el cuerpo y relajarse, concentrándose de vez en cuando sobre los músculos que "trabajan".Existe también un aspecto psicológico que ya ha sido probado: el agua devuelve a la mente la perfecta quietud de la condición fetal y permite a la futura mamá ponerse en el lugar del niño que lleva dentro. Asimismo, el masaje que el agua ejerce sobre la piel de la futura madre tiene un efecto tonificante e hidratante, lo que contribuye a atenuar los pequeños trastornos del embarazo como varices, dolor de espalda, etc.EL YOGATambién llamada la filosofía de la serenidad, el yoga, como todas las grandes filosofías orientales, parte del supuesto de la profunda unidad del cuerpo y del espíritu.Cada ejercicio sirve para conquistar gradualmente el control sobre nuestro propio cuerpo, para infundir calma y serenidad, y así alcanzar un estado de bienestar interior. El yoga ayuda a destensar los músculos, a llevar a cabo movimientos suaves y a entrenarse para conseguir una respiración controlada.Por otra parte, habitúa a la mujer a moverse de forma desenvuelta a medida que crece la barriga y alivia los pequeños trastornos típicos de la etapa del embarazo.También desarrolla una excelente función psicológica: ayuda a aceptar con serenidad los profundos cambios del cuerpo durante la gestación y a vivirla como uno de los momentos más intensos y satisfactorios de la vida de una mujer.CóMO VENCER EL DOLOR¿Se puede aumentar la capacidad de la mujer para soportar el dolor y hacer más "dulce|" el momento del parto? Cuando la parturienta está bien preparada, está mucho más serena y relajada. Este estado de ánimo le permite desarrollar una fuerte carga psicológica, similar a la de quien practica deportes de "riesgo".En la práctica, en su organismo, empiezan a circular endorfinas, que pueden considerarse sustancias anestésicas naturales producidas por impulsos del cerebro. ¿Cuáles son las funciones que llevan a cabo?Colaboran con las prostaglandinas, potenciando su acción. De hecho, reblandecen más rápidamente el cuello del útero y pueden abreviar los tiempos de los dolores del parto.También ayudan a la mujer a controlar la ansiedad y el miedo, aliviando la percepción del dolor. De este modo, se explica por qué el relax psicofísico se sitúa en la base de todos los cursos de preparación al parto.