Hace cinco años que se está gestando la idea de que personas con discapacidad se constituyan como colectivo y formen su propia empresa destinada a la elaboración artesanal de cigarros puros. Hoy este proyecto, con nombre propio, está casi ultimado, pendiente de la licencia de apertura para arrancar definitivamente. Tras este trámite, hay que formalizar el permiso de fabricación y comenzar a funcionar, tal y como señala a LA CRóNICA Manuel Cerezo, presidente de la asociación.La idea partió de la asociación por el desarrollo de la comarca del Campo Arañuelo, Arjabor, que convocó, hace años, un curso de iniciación en la elaboración de cigarros puros artesanales destinado a personas con discapacidad.FORMACIóNDurante un año, una monitora llegada de Cuba, por un convenio que Arjabor estableció con el gobierno de este paUs, impartió esta primera formación que se fue completando con otros cursos de capacitación y especialización. Lea Herrera llegó de la Habana y se encargó de mostrar, en principio a 25 alumnos cómo de forma artesanal se lían las hojas de tabaco. La actividad se expuso en citas destacadas en el municipio como en la Feria de artesanía de San Miguel e incluso el director de cine Vicente Aranda se interesó por lo que entonces era "un proceso de experimentación", que sirvió de documentación para las actrices que hicieron el papel de las cigarreras en la película Carmen.OBJETIVO FINALMaría Eugenia García, gerente de Arjabor, explica que una vez que a través del programa europeo Leader se consiguió la subvención para la formación ha llegado la ocasión de ser empresa. "Es una sociedad limitada pero que reúne los requisitos de centro especial de empleo al tratarse de personas con discapacidad".Este colectivo, al que en principio pertenecen cuatro personas, en breve comenzará a trabajar, instalado en el edificio de la Gota, sede de Arjabor.