“Algunos compañeros nuestros lo hacen, pero nosotros nunca consumiremos drogas”, aseguran María y Tello, estudiantes de cuarto de Educación Secundaria en el instituto Albalat de Navalmoral, donde, desde ayer, se ha instalado una exposición itinerante sobre el consumo de estupefacientes, que recorrerá los centros educativos de la localidad durante toda la semana.Como iniciativa de la concejalía de Salud del ayuntamiento moralo, la exposición se estructura a partir de cinco paneles acerca de distintas drogas respecto a los cuales se pretende que los alumnos reflexionen por ser las de mayor consumo, o las que han experimentado en los últimos años un auge entre los sectores juveniles: alcohol, tabaco, hachís y drogas de síntesis.Los paneles mantienen una secuencia temática que aborda el carácter minoritario del abuso de drogas, los riesgos relacionados con su consumo, los motivos para ingerir estupefacientes, el impacto de la publicidad y otras fuentes de influencia social, además de la adopción de decisiones personales, todo ello acompañado de preguntas directas como, "¿por qué lo haces?" y "Qué consecuencias acarrearías?". "El problema está, principalmente, en que nos dejamos influir por malas compañías los fines de semana, pero tenemos que saber decir no", afirman los estudiantes, a la vez que dan su visto bueno a la idea, pues "pasaremos al lado de ella muchas veces al día, y los mensajes e imágenes se nos quedarán grabados".Junto a esta actividad se desarrollará el I Taller de prevención de consumo de drogas en el ámbito familiar, "siendo conscientes de que es en la familia donde se fraguan en buena parte los modelos de conducta a seguir y donde se forma la personalidad", según se indicó desde la Concejalía de Salud. Se intenta con este taller sensibilizar y dotar de estrategias a los padres y madres para la educación de sus hijos.El taller pretende marcarse objetivos como, la información sobre lo que son las drogas, tipos y efecto de manera objetiva; el análisis de los factores de protección y como potenciarlos en el ámbito familiar; el conocimiento de los factores de protección en los hijos pequeños y el estudio de las estrategias a utilizar para potenciarlos.Por otra parte, también se intentará llegar al conocimiento de los factores de protección en los hijos adolescentes y el estudio de las estrategias a utilizar para potenciarlos.AYUDASA nivel regional, la campaña contra las drogas hará que Extremadura reciba 655.652 euros para el desarrollo del Plan Nacional sobre Drogas. En total, el Gobierno repartirá 22.417.020 euros entre las Comunidades Autónomas, en virtud de sus competencias de coordinación y fomento de las actividades que en esta materia realizan.Según lo acordado por el Consejo de Ministros, casi 20 millones de euros servirán para el "apoyo e impulso" de las actividades que realizan los gobiernos autonómicos en el ámbito de la prevención, la asistencia y, la reinserción de drogodependientes y contribuirán al desarrollo del Observatorio Nacional Sobre Drogas.Concretamente, los criterios objetivos del reparto, así como las cantidades que percibirá cada comunidad, fueron aprobados en la última Conferencia Sectorial del Plan Nacional Sobre Drogas, foro en el que participan tanto representantes de la Administración del Estado, como de las comunidades autónomas.Mientras, otros 2,4 millones de euros se destinarán a programas a desarrollar por las autonomías, en función de las necesidades de determinadas áreas o ámbitos de intervención, como actuaciones de emergencia social e impulso de programas que se consideren prioritarios y sean susceptibles de una posterior aplicación a nivel estatal.FáCIL ACCESOSegún una encuesta sobre drogas a la población escolar del año 2004 elaborada por el Servicio Extremeño de Salud (SES), un tercio de los jóvenes extremeños de entre 14 y 18 años asegura que es muy sencillo comprar drogas de todo tipo. Así, afirman que tienen a su disposición desde el alcohol hasta las drogas de diseño, pasando por la cocaína, los tranquilizantes o el el speed y las anfetaminas. Desde las fuerzas policiales reconocen que en estos momentos "es muy fácil" para un menor de edad acceder a los estupefacientes debido a la dificultad que existe para controlar la venta de droga a pequeña escala, la más extendida por toda la región.A la hora de valorar la dificultad que tienen para conseguir las drogas, el 86% cree "fácil o muy fácil" comprar alcohol, y hay que tener en cuenta que la venta de alcohol a menores está terminantemente prohibida.Le sigue en esta clasificación el cannabis, accesible para seis de cada diez menores, mientras que casi la mitad considera fácil comprar tranquilizantes. En torno a un tercio de estos jóvenes destaca la posibilidad de comprar un amplio abanico de estupefacientes que incluye la cocaína, el éxtasis, las drogas de diseño, el speed, las anfetaminas y las sustancias volátiles. Un poco más complicados de encontrar son los alucinógenos y la heroína, aunque ambos con tasas de acceso superiores al 20%.Esta facilidad en la accesibilidad de las drogas en los más jóvenes ha aumentado en los últimos años y ha sido uno de los factores que ha posibilitado el incremento del consumo de estupefacientes. Si se analiza la evolución en el último quinquenio (del 2000 al 2004) se observa cómo se ha incrementado en casi 8 puntos el consumo de alcohol, alcanzando ya un nivel similar al que se registraba a finales de la década de los años noventa.También es significativo el aumento que ha sufrido la prevalencia del consumo de cocaína, que ha pasado de afectar al 2,2% de los menores a casi duplicarse hasta el 3,8%. En este periodo se ha reducido la presencia tanto de éxtasis como de alucinógenos, al tiempo que aumentan los consumidores de cannabis y se mantienen prácticamente estables los de anfetaminas y los fumadores.