Navalmoral se volcó en una causa común: exigir la paz en el mundo, pero con énfasis especial al ya iniciado conflicto que se cierne sobre Irak. Dirigentes de asociaciones humanitarias, representantes políticos y vecinos en general asistieron al acto convocado desde diversos grupos políticos sociales y culturales.Y es que el millar de manifestantes que durante la jornada del pasado sábado se echó a la calle no comulga con las ideas de los gobernantes que se empeñan en hacer la guerra en nombre de la paz. Entre estos gobernantes se incluye Jose María Aznar. Por este motivo entre las muchas pancartas que portaban los manifestantes se podía ver una portada por un niño que decía: Váyase, señor Aznar.Los manifestantes consideraban inadmisible que para derrocar un régimen sea necesario fustigar a un pueblo que ya sufre por la propia dictadura que está ejerciendo sobre Irak Sadam Hussein, una población que en su mayoría carece de recursos para afrontar este conflicto.No a la guerra o Paz si, guerra no eran otros de los lemas que rezaban en numerosas manos. La manifestación partió desde la popular Cruz de los Caídos y recorrió las calles Urbano González Serrano y Antonio Concha hasta la Cruz del Rollo, con vuelta hasta la plaza de España. Allí, desde los balcones del ayuntamiento, Jose María González Mazón, leyó un manifiesto contra la guerra, calificándola de "inmoral".Tras Mazón Halid Mezidane, representante de los inmigrantes leyó un escrito similar en lengua árabe. Y es que esta manifestación no distinguía entre razas ni lenguas. A la misma asistieron tanto personas de nacionalidad española como marroquíes, argelinos, iberomamericanos y un sinfín de culturas reflejo de la buena convivencia que existe en Navalmoral.REPRESENTANTES MUNICIPALESMaría Salud Recio, alcaldesa de Navalmoral, también se encontraba entre los manifestantes para mostrar la oposición del equipo de gobierno al conflicto armado. Otro de los representantes políticos que asistió fue Paulino Luna, coordinador local de Izquierda Unida.Una vez concluida la protesta, los manifestantes se disolvieron pacíficamente, pero dejaron colgada una gran pancarta del balcón del ayuntamiento en la que se lee: No a la guerra.