El equipo de gobierno está estudiando disponer de agua a través de los pozos de la Retuerta, proyecto que ya estuvo tanteando el actual alcalde, Rafael Mateos, cuando era concejal de Urbanismo en el año 1995. "Vamos a pedir un informe sanitario y técnico para estudiar las posibilidades de hacer esta obra, así como el costo que supondría depurar esta agua ", afirmó Mateos. Y es que la intención del alcalde es garantizar el suministro de agua durante los dos años que, a la vista de la marcha del proyecto y los plazos a cumplir, tardaría el municipio en disponer de una nueva red de abastecimiento -que transcurre entre el río Tiétar y Navalmoral-, toda vez que el estado de la tubería actual es lamentable y a buen seguro se repetirán los reventones. "Si es necesario volver a tirar de esos pozos el ayuntamiento no va a escatimar en gastos con el fin de garantizar el suministro de agua a la población. Si técnica y sanitariamente es posible el tema del coste de depuración no va a ser lo que nos pare ", aseguró el edil.El pozo de la Retuerta, tal y como recordó el alcalde, surtió de agua al municipio hasta 1957, cuando se hizo la primera captación en el Tiétar. En este enclave, ahora abandonado, existe un pozo de 96 metros de profundidad y da a una galería subterránea, que a su vez está conectada directamente con las aguas del Tajo. Aquí Mateos reconoció que la calidad de esta agua es peor que la del Tiétar (es alta en flúor), asumiendo este dato en pro de garantizar el abastecimiento. HISTORIA DE LA RETUERTA En 1927 (tal y como informa el Cronista Oficial de la Villa, Domingo Quijada) comienzan los primeros proyectos serios para lograr el abastecimiento de agua del municipio, presentando un proyecto para traerla del Tiétar que en aquella ocasión no se ejecutó al no haber dinero suficiente en las arcas municipales. Finalmente se optó por la Retuerta, entre otras iniciativas presentadas, por lo barato de su coste, no iniciándose las obras hasta 1946 debido a diversas contingencias de la época.En dos años se realizaron la mayoría de los trabajos de perforación, siendo alcalde Agustín Carreño, dando como resultado numerosos e importantes acuíferos: tres pozos de 70 metros de profundidad por 2'5 metros de anchura, unidos después por galerías subterráneas.Sin embargo, el municipio tuvo que comprar estos pozos una vez concluído, ya que debido a la escasez de presupuesto la obra la acometió el ingeniero catalán José Ignacio Mirabet Matheu, que desde el principio participó en el proyecto. Por esta compra Carreño abonó 526.504'49 pesetas allá por el año 1948, de las que la Diputación Provincial de Cáceres prestó 200.000.Del mismo modo, a la vez que se ultiman los trabajos de acondicionamiento de las galerías subterráneas, se acomete la construcción del depósito de La Parrilla (el antiguo), la conducción al municipio, el alcantarillado, la conexión a las viviendas y la instalación de las primeras fuentes, entre otros. El 21 de mayo de 1949 se inauguró el servicio, fecha que fue fiesta local durante cuatro años.